Dentro del grupo de los minerales, el constituye uno de los oligoelementos más importantes dentro del organismo, su papel como antioxidante es de vital importancia, y en este post traigo información muy interesante sobre su relación con el cáncer de próstata. Para los que no sepáis lo que es el selenio os dejo aquí un enlace hacia el blog de Gama Natural donde se explica muy bien.
Selenio y cáncer
El selenio se utiliza como cofactor en muchos procesos enzimáticos, pero donde yo destaco más su relevancia en la salud es como formador de enzimas antioxidantes neutralizadoras de radicales libres, en el caso del selenio la glutatión peroxidasa, que junto con las catalasas y la superoxidodismutasa de zinc ayudan a frenar la aparición de células tumorales. Una deficiencia de selenio o de los oligoelementos que forman estas enzimas puede significar un problema para la salud. Existen muchas investigaciones que correlacionan la ingesta de selenio con la aparición de cáncer, y entre ellas os traigo una que contrasta los bajos niveles de selenio con la incidencia de cáncer de próstata en la población danesa.
El estudio comprobó que unos niveles normales de selenio en sangre no se relacionan directamente con la aparición de la enfermedad, pero si que las personas que tienen niveles óptimos de selenio (ojo, no altos) tienen menos posibilidades de desarrollar cáncer de próstata. Casualmente, las daneses evaluados que tenían cáncer de próstata y sufrieron la muerte, presentaban bajos niveles de selenio.
Para poder conseguir unos niveles óptimos de selenio en la actualidad se hace necesario apostar por alimentos orgánicos de índole ecológico, principalmente frutas frescas, vegetales y plantas, destacando como más ricas en selenio el ajo y la cebolla, pues su riqueza en aminoazufrados permiten una correcta absorción del mismo. El selenio es capaz de sustituir al azufre en aminoácidos como la metionina y la cisteína, presentes en buena medida en el ajo y la cebolla, crudos eso sí. También está presente en las nueces, pescado azul y mariscos.
Recurrir a la suplementación no me parece lo más indicado, sabiendo que un exceso de selenio puede ser letal para el ser humano, y que la asimilación del mismo no tiene nada que ver cuando se presenta formando parte de proteínas. A través de la alimentación, su toxicidad es inexistente, de ahí que apostemos por este camino.
¡A seguid san@s no lo olvidéis!