Aunque se denominan selfies fetales, no se podrían definir así dado que la autofoto o selfie no la realiza el feto, pero es así como se llama la creciente tendencia de muchas parejas de compartir en las redes sociales la ecografía que se realiza a las 12 semanas del embarazo. Se comparte la ecografía invitando al resto de usuarios a adivinar el sexo del bebé.
Parece ser que muchos usuarios utilizan la denominada teoría Nub para predecir el sexo del bebé. Esta teoría dice que el sexo del bebé se puede adivinar según el ángulo de la protuberancia de lo que serán los genitales del bebé, si el ángulo es de 30 grados orientado hacia arriba con respecto a la columna vertebral será un niño, si el ángulo es de 30 grados pero en sentido contrario, mirando hacia abajo, será una niña.
Aunque esta teoría no tiene una base científica firme y es complicado tener una buena imagen de la ecografía en la que se muestre la protuberancia, muchas madres aseguran que es correcta y que gracias a ella han conocido el sexo del bebé con antelación. Evidentemente si se toma como un juego de adivinanza no hay problema, pero basarse en las conclusiones obtenidas según la protuberancia para comprar la ropita, decorar la habitación del bebé, etc., es un gran error.
La tendencia de compartir el “selfie fetal” crece imparable, hasta uno de cada tres padres comparten la primera ecografía en redes sociales como Twitter o Facebook para jugar a las adivinanzas, ¿será niño o niña? Uno de cada de cinco padres suben la fotografía a lugares especializados en la crianza de los bebés para pedir opinión al resto de la comunidad sobre si el feto será niño o niña, parece que hay demasiada prisa por conocer el sexo del bebé.
Los usuarios que participan en este juego de adivinanzas utilizan diferentes teorías para predecir el sexo del bebé, algunos basan sus predicciones en la teoría del cráneo, es decir, un cráneo y una mandíbula con tendencia cuadrada apuntan que el bebé será un niño, en cambio si el cráneo es redondeado será una niña. Otros utilizan la fecha de concepción, es decir, el calendario chino, o la latitud en la que se concibió, incluso el tipo de alimentación de la madre, si es baja en calorías será niña y si es calórica será niño, claro que estos datos deben ser aportados por las parejas que suben la ecografía.
En qué día del mes se tuvieron las relaciones sexuales para la concepción, la fase lunar cuando concibieron el bebé… la verdad es que los usuarios que comparten la respuesta a la pregunta utilizan todo tipo de teorías para predecir el sexo del bebé. Según el portal Netmums, organización que se dedica al mundo del bebé y la crianza en el Reino Unido, un 11% de las parejas llevan a cabo las primeras pruebas para intentar determinar el sexo del bebé antes de las 20 semanas de gestación. Un 8% realizan una ecografía en centros privados en la semana 14 del embarazo para conocer el sexo del bebé, ya que en esta semana se puede ver con más claridad.
La tendencia es conocer con mucha antelación el sexo del futuro bebé, la teoría Nub en este sentido es la más popular, de hecho y según leemos aquí, se ha creado una gran comunidad que se basan en ella para definir cuál es el sexo del feto. Se está perdiendo la intimidad del entorno familiar, se confía en teorías no probadas, se contratan servicios para conocer cuanto antes cual será el sexo del bebé… Lo cierto es que lo más importante es que el bebé se desarrolle correctamente y no exista ningún problema, para muchos futuros papás, que sea niño o niña es lo de menos y será igualmente bien recibido. Sería interesante realizar un estudio sobre por qué durante los últimos años se ha convertido en algo tan importante conocer el sexo del feto con tanta premura.
Foto | elNico
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¿Selfies fetales?