El Papa Francisco presidió la celebración de la Pasión del Señor este Viernes Santo, con la solemnidad acostumbrada a pesar de que la pandemia restringió la presencia multitudinaria de fieles.
Aquí en Madrid pudimos ver una retransmisión muy completa en la cadena TRECE TV (cadena privada que obviamente no pertenece al “ente público” social comunista) .
Deseo destacar la homilía pronunciada, como ya es habitual, por el padre capuchino Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, elevado este año a la dignidad cardenalicia.
El cardenal Cantalamessa comenzó su alocución evidenciando la aspiración del Papa Francisco por la fraternidad humana universal, expresada en la encíclica “Fratelli tutti”. Indica que este documento “ha despertado en muchos corazones la aspiración hacia ese valor universal, ha puesto de relieve las muchas heridas contra ella en el mundo de hoy, ha indicado caminos para llegar a una fraternidad humana verdadera y justa y ha exhortado a todos —personas e instituciones— a trabajar por ella”.
“Para nosotros, ese manantial de dignidad humana y de fraternidad está en el Evangelio de Jesucristo”.
Puede verse dicha homilía en el citado YouTube (mins.50:26 a 1:03:01).
El predicador y hoy cardenal Cantalamessa constituye un auténtico ejemplo de lo que debe ser la oratoria sagrada, “conmover, convencer y persuadir” todo ello en un tiempo de 10 minutos exactamente; lamentablemente no es frecuente encontrar predicadores de esta categoría en nuestras misas dominicales, en las que el bostezo, aburrimiento y “tosecillas” incontroladas, son una lamentable característica del escaso interés que despiertan los predicadores al uso, algunos, incluso, investidos de dignidad episcopal.
F.J. de C.
Madrid, 3 de abril de 2021