Revista Ciencia
No me gustan los quimbombos. Los sembré porque sí y para regalarlos, en especial a mi mamá que le gustan mucho y a Robert.
Hice un semillero en luna nueva y ya en una semana, para el cuarto creciente, los transplanté. Crecen rápido, la planta y los frutos y además tienen una flor muy bonita.
Me aconsejaron que los coseche tan pronto miden unas 5 pulgadas, porque si se dejan muchos días en la mata se ponen muy duros y por más que se hiervan, no ablandan.
Cada dos o tres días cosecho unos 6 ó 7 quimbombos y de ahí directo a la estufa para que los coman fresquecitos. No me gustan, pero me encantan ... son bien fáciles de sembrar y cosechar.