Si queremos encontrar al Dios que ha aparecido como niño, hemos de apearnos del caballo de nuestra razón «ilustrada». Debemos deponer nuestras falsas certezas, nuestra soberbia intelectual, que nos impide percibir la proximidad de Dios.
¿Quién decía que el dialogo entre creyentes y ateos no era posible? El señor Papa nos da la razón, eso sí, a su manera. Siempre se ha dicho que la fe es irracional. Aunque es bien cierto que no han faltado apologetas que han intentado mostrar lo contrario, es decir, que a la creencia en Dios se llega o se puede llegar por una vía racional. Pero que ahora venga el mayor representante de la religión con más seguidores del mundo a reconocer que la razón es un impedimento para aceptar a su Dios, es un motivo para alegrarnos, pues pone de manifiesto que podemos ponernos de acuerdo.
Ratzinger lo deja muy clarito, debemos "apearnos de nuestra razón «ilustrada»", evidentemente, si no, nos va resultar imposible aceptar las extraordinarias afirmaciones de su credo. Pero si nos apeamos de la razón, es decir, si dejamos de razonar y de pensar racionalmente entonces y solo entonces, podremos aceptar los disparates que se proponen en la religión.
Así que felicitaciones para todos que estamos de acuerdo. Ahora bien, señor Papa, si me lo permite, voy hacer una pequeña crítica a eso de "razón ilustrada".
El colocar ese adjetivo(ilustrada) no sé muy bien a que viene, parece ser que se pretende dar a entender que hay varios tipos de razón, lo cual me parece erróneo. La razón no es más que pensar de forma apropiada, es decir, conociendo los sesgos cognitivos que acarreamos, no caer ni usar falacias lógicas, no caer en contradicciones lógicas etc. es decir, o se piensa racionalmente, esto es, lo que solemos llamar usar la razón, o simplemente no se está pensando racionalmente y por lo tanto no se está usando la razón. No existe una "razón ilustrada" y otra "razón no ilustrada", podemos razonar bien o razonar mal, eso es todo lo que hay.
Ismael Pérez Fernández.