Señor, protégenos de esta generación maldita (Sermón dominguero)

Señores, hacía varios meses que no escribía, pero eso se debe a que como siempre, tengo muchísimos compromisos profesionales. Por si eso no fuera suficiente, resulta que además varios de mis libros serán publicados por una editorial este otoño, y ha sido una muy buena notícia. Eso sí, probablemente serán publicados en lengua inglesa porque la mayoria de mi audiencia es anglosajona y cristiana protestante. De hecho, muchas veces he barajado la posibilidad de dar cierre definitivo a esta página, porque la única razón por la cual la mantenía o mantengo es porque sé que aún me quedan lectores de mi época en España, y lo hago para difundir estas ideas tan importantes para la libertad y para Dios en el mundo de habla hispana. No existe, a día de hoy, ningún autor (que yo sepa) en España, que defienda la libertad compaginada con la necesidad de la fe cristiana como su fundamento. A España le pasa lo que pasa en el norte de EEUU: hay muchísima chusma en el país, con una población demasiado mezclada como para tener ciertos criterios y fundamentos sólidos en materia de la libertad. Aquí en el sur de EEUU aún se mantiene, más o menos, blanco o negro, cristiano o apóstata. En los últimos años, se ha estado inundando la zona de inmigrantes del tercer mundo, y por eso cada vez más se hace necesario pensar en la secesión contra el gobierno federal. Pero sí señores, estoy en un punto de mi carrera en el cual no puedo garantizar la supervivencia de esta página.

El pueblo donde vivo en Virginia está estupendo. Muchas banderas confederadas ondean sin complejos, y hay varios hostales solo para cristianos. ¡Qué diferencia con España o el norte de EEUU! Aquí eso de la bandera «arcoiris» solo lo ponen en sitios apóstatas del diablo. Porque hay que ser degenerado para poner una bandera semejante en tu establecimiento…y ninguna persona realmente cristiana puede jamás apoyar esa barbaridad. En este pueblo, todo cierra bastante temprano y después de las 10 de la noche no hay un solo establecimiento de ocio abierto, porque el ayuntamiento sabe que los cristianos somos un bloque de votantes muy importante. Ninguna persona de bien está en una discoteca a las altas horas de la madrugada o a ninguna hora, todo sea dicho. El pueblo además ha impuesto un toque de queda en la zona de los negros, porque sus jóvenes no saben comportarse. Por supuesto que la medida ha sido duramente criticada por la progresía y por los negros, diciendo que es «racista». Han presentado demanda, pero yo escribí una carta apoyando la medida.

Me alegro de vivir en un pueblo donde los activistas blancos se enfrentaron al funcionario negro de Black Lives Matter para exigirle que dé explicaciones sobre por qué apoya una organización negrista y terrorista. Escuchen bien señores: Black Lives Matter NO tiene cabida en este pueblo. Mirad el vídeo aquí. Fijaos como el negro pide ahora «protección» a los policías pero la policía le dice que es LIBERTAD DE EXPRESIÓN del blanco. Al día siguiente, ese señor negro tuvo que dimitir porque sabe que ibamos a llenar el ayuntamiento al día siguiente exigiendo su DIMISIÓN. Como dice una canción country, en una mano la Biblia, en otra la pistola.

Bien, vamos al sermón. Lo cuelgo hoy sábado porque el domingo no puedo trabajar de ninguna manera, ya que es el día del Señor. Leedlo cuando queráis.

Abrid vuestras biblias al libro de los Salmos, capítulo 12. Veréis que es un reclamo a Dios para protegernos de una generación maldita. Supongo que ya sabrás que los sociólogos han dividido a las generaciones en bloques concretos desde 1901. Muchos de vosotros, por ejemplo, sois de la llamada Generación Z, y algunos otros sois «millennials». Cada de esas generaciones tiene una serie de características. No son características garantizadas, pero sí bastante comunes. Pero yo creo que realmente hay dos generaciones. La generación H, es decir, la honrada, y la generación I, es decir, la generación impía. Voy a utilizar la frase «generación H» varias veces durante este mensaje. El Salmo 14:5 dice así: «Dios está con la nación de los justos». Luego tenemos la generación I, la generación de los impíos. I Corintios 6:9-10 dice: «¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,  Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios.»

Los impíos no buscan a Dios, pero Dios sí los busca. Isaías 55:7: «Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase á Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.» Dios busca salvar a los que están perdidos, para que sean sus hijos elegidos. A lo mejor tú, lector, formas parte de esa generación impía. ¡Espero que no! Todos hemos sido alguna vez miembros de la generación impía hasta que no nos salvó Dios. Yo también lo era. Cristo me salvó a los 12 años. Salmos 12 nos revela la súplica de David, para que Dios nos libere a los de la Generación H, la honrada, del tipo de mundo que está creando la Generación I, la de los impíos. Estamos en un conflicto, ¿no es así? Cada año que pasa, los impíos nos persiguen más, nos dificultan nuestras libertades, y su deseo es a largo plazo ilegalizarnos, como hicieron los romanos y judíos contra los cristianos. Somos una minoría. El camino al cielo es un camino estrecho, dice la Biblia y pocos serán los que encuentren el camino hacia el cielo. Veamos como David contemplaba este mismo conflicto: «Al Músico principal: sobre Seminith: Salmo de David. SALVA, oh Jehová, porque se acabaron los misericordiosos: Porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres. Mentira habla cada uno con su prójimo; Con labios lisonjeros, con corazón doble hablan. Destruirá Jehová todos los labios lisonjeros, La lengua que habla grandezas, Que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios están con nosotros: ¿quién nos es señor? Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, Ahora me levantaré, dice Jehová: Pondrélos en salvo del que contra ellos se engríe. Las palabras de Jehová, palabras limpias; Plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces. Tú, Jehová, los guardarás; Guárdalos para siempre de aquesta generación. Cercando andan los malos, Mientras son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.»

Entre otras cosas, el Salmo aquí distingue entre las palabras del Señor, que son puras, y las palabras del impío. Que Dios nos proteja de un mundo que ha sido corrompido por las lenguas y la corrupción de la Generación Impía. Es interesante que en este texto, Dios optó por hablarnos de las LENGUAS de los impíos, y no de sus actos, para revelar la corrupción que hay en el mundo a través de ellos. Quiero que ahora cojas tu Biblia para ver otro versículo donde Dios habla de las palabras de los impíos. Romanos capítulo 3. Quiero que lo veas, quiero que veas la perspectiva de Dios sobre el tipo de cosas que David mencionaba. Romanos 3:10: «Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios; Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno: Sepulcro abierto es su garganta; Con sus lenguas tratan engañosamente; Veneno de áspides está debajo de sus labios; Cuya boca está llena de maledicencia y de amargura; Sus pies son ligeros á derramar sangre; Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos; Y camino de paz no conocieron: No hay temor de Dios delante de sus ojos.»

¡Qué aplicable al año 2023! Vemos lenguas engañosas en las aulas de los colegios públicos, donde hay profesores degenerados que enseñan a los jóvenes marxismo puro, odio a Dios, odio a la patria, y promueven la mezcolanza racial, violando las leyes de Dios. Insultan a Dios constantemente diciendo que somos un producto de la «evolución», y no creen en la Creación del Génesis. Las filosofías del corazón malvado, depravado e impío se difunden a través de los labios de los malvados que enseñan en esas aulas. Las palabras de esa generación impía también nos llegan desde los medios de comunicación infectos, desde púlpitos en mal llamadas «iglesias» liberaloides, politicastros, jueces NO elegidos, redes sociales….dejadme parar aquí un momento. Las redes sociales permiten que los impíos difundan toda diatriba, toda suciedad, toda idea inmoral y práctica, mentiras, cotilleo sobre los demás e instituciones cristianas, es un canal perfectamente diseñado por el diablo para que sus hijos impíos puedan vomitar su veneno y contaminar las mentes de la juventud y adultos incautos. Espero que como cristiano, entiendas el potencial destructivo de esos medios y estés siempre vigilando a esos demonios. Son las mismas voces de las que hablaba David en el Salmo. Son las voces que corrompen el mundo y hasta buscan penetrar en las iglesias cristianas con su inmundicia cochina.

Algunos de vosotros no sabéis que (debido a vuestra edad no podéis comparar), pero la vida de muchos cristianos está en colapso ahora debido a la intimidación que sufren, y la creciente persecución por parte del estado y los medios de comunicación por tomar una postura moral en defensa de las leyes de Dios. Cada vez hay menos cristianos valientes. Como consecuencia, cada vez hay más voces satánicas que han sustituido aquellas voces divinas. David ya dice en el Salmo que cuando los de fe fallan, los impíos caminan en ambos lados. Fueron las PALABRAS de Satán que engañaron a Eva en el jardín del Edén. El diablo insultó a Dios, apelando al ego del corazón humano, que buscan ser dioses. Necesitamos orar el tipo de oración que pronunció David. Que Dios nos proteja y conserve, que nos bloquee de las palabras del impío. Dios, protégenos de los hijos del diablo. Lloramos y suplicamos, porque estamos en peligro. En Salmos 17 David vuelve a llorar y pedir protección contra los impíos: «Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios: Inclina á mí tu oído, escucha mi palabra. Muestra tus estupendas misericordias, tú que salvas á los que en ti confían. De los que se levantan contra tu diestra. Guárdame como lo negro de la niñeta del ojo, Escóndeme con la sombra de tus alas, De delante de los malos que me oprimen, De mis enemigos que me cercan por la vida.» Nunca olvidéis que los impíos son los enemigos de los honrados. Cada día, obran para que los cristianos NO tengan cabida. Por ejemplo, hace poco el Tribunal Supremo de EEUU le ha dado una pequeña victoria a los cristianos que no quieren preparar tartas para celebrar bodas homosexuales. Pero, ¿hasta cuando durará esa interpretación de la Constitución? Si las libertades dependen de los vientos políticos que soplan cada década, no podemos confiar en que el sistema sea siempre positivo porque no lo es.

¿No has notado la invasión de inmoralidad en este país, y otros de Occidente? Adulterio, inicuos, todo tipo de degeneraciones sexuales como la ideología del género. ¡Mirad qué rápido ha ocurrido TODO lo que nuestros ancestros en la fe ya advirtieron desde los años 60! El minuto que se puso de moda eso de los «derechos civiles», se ha ido ampliando para todo tipo de grupúsculo…menos para los cristianos, por supuesto. Es una sociedad completamente malvada e invertida. Todo lo que se nos enseñó que era bueno es ahora objeto de burlas, cuando no prohibido. Se ataca al padre de familia bajo eso de lo «patriarcal», se ataca al hombre que produce empresas y riqueza, y, por supuesto, se celebran las culturas paganas y salvajas en detrimento de la blanca y cristiana. Los impíos están en todos los lados y veremos más y más barbaridades. Pero Dios es tremendamente generoso con nosotros y nos protege cuando los impíos quieren hacernos la vida imposible.

Pero, tranquilos. Dios siempre dejará a un testigo en el mundo. Espero que tú seas uno de ellos. No hay ninguna esperanza ni solución en los hombres. Sólo quedará el juicio final y que no quepa duda, Estados Unidos y otros países serán todos juzgados y destruídos por la ira divina de Dios. Dios nos usará para ser las voces de la verdad contra sus enemigos. Tu misión no tiene nada que ver contigo sino para difundir la VERDAD DE DIOS, caminando con Dios, integramente, auténticamente. Si tu vida es tan corrupta como los impíos, no engañas a nadie. Hago un llamamiento para que ores como nunca has hecho en tu vida. Una oración de súplica a Dios, un llanto de desespero para que no te dejes intimidar. Céntrate en los problemas, sabiendo que tienen solución divina. La Palabra de Dios es EL ARMA más poderosa que tenemos contra las mentiras de esta generación de impíos. No es esta la única vida que tenemos. Cuando despertemos con Dios, hay vida eterna para el cristiano. Dios nunca abandona a sus hijos. Haced el bien, ama a Dios, habla con convicción y valentía, compórtate como un soldado de Dios. Tenemos una CAUSA que nos motiva. Oremos:

Padre, rezo para que nos protejas en este mundo tan confuso y corrupto. Pero tú no nos has dado un espíritu de miedo. Usaremos tu espada de la Verdad para tener victoria en toda batalla en tu defensa. En el nombre de Jesús, Amén.