El rechazo crónico del riñón es el que se produce después de meses o años de haber sido trasplantado. Generalmente se presenta de manera progresiva y va poco a poco disminuyendo la función renal . La persona trasplantada tiene que conocer su situación y hacer todo lo que el médico le indique para prolongar al máximo la duración del injerto.
Esta situación resulta un duro golpe para el trasplantado y para su familia, sobre todo si lleva muchos años con el injerto, o si ha pasado ya por varios trasplantes.
Por mi experiencia, sé que lo mejor es comenzar a prepararse fisica y psicológicamente y asumirlo. Sé que es muy díficil, pero hay que pensar que tenemos la diálisis, con la cual podemos seguir viviendo, en espera de otro posible trasplante.
La calidad de vida que tengas en esos momentos va a determinar muchas cosas en el futuro . Procura hacer ejercicio, llevar la dieta exactamente como te indican, salir con amigos y familiares, distraerte, mantenerte ocupado y procurar no pensar demasiado, ya que puedes caer en una depresión que afectará mucho a tu salud, tanto psiquica como físicamente. La depresión conduce a menudo a descuidar la dieta, a no hacer ejercicio, a complicar la salud y empeorar tu estado emocional. Cuando esto ocurre lo mejor es recibir tratamiento para la depresión.
Normalmente todos los pacientes renales tenemos nuestros días buenos y malos. Sobrellevar la enfermedad y sobre todo el rechazo de un injerto requiere de un planteamiento realista pero también positivo.
Cuando te confirman que has sufrido un rechazo renal, lo mejor es que busques apoyo y aliento para combatir los sentimientos negativos y para fortalecer tu estabilidad emocional. La pareja, los hijos, amigos y personas en tu misma situación pueden ser primordiales en esta tarea.
Normalmente la primera actitud que tenemos ante esta noticia es la de un descontrol emocional intenso ( llanto, ira, agresividad), pero poco a poco con ayuda todo se va superando. Por mi propia experiencia ( dos anteriores rechazos) se que es muy importante sobreponerse a esos sentimientos, pues no solo hacen daño a uno mismo, sino a todos los que nos rodean y nos quieren. Intenta disfrutar de los pequeños detalles de la vida y de ver la diálisis como un "precio" que hay que pagar para poder ver esos pequeños detalles: la caricia del sol, tus hijos como crecen, tus nietos, ese libro tan interesante, esa pelicula que te emociona etc..... Esa es nuestra realidad y tenemos que aceptarla .