La sequedad vaginal, que también se conoce como atrofia vaginal, suele presentarse después de la llegada de la menopausia. La vagina no se humedece, pierde su flexibilidad y, si hay contacto sexual, puede resultar desagradable e incluso doloroso.
Se resuelve con una pomada o con supositorios vaginales de estrógenos. En el mercado hay lubricantes vaginales que ayudan a las mujeres en ésta época. Según el caso, el médico puede recetar una reposición hormonal.
El "cuento" de que al llegar a la edad madura y la senectud se da por acabada la vida sexual de las parejas es falso. Al contrario, los médicos opinan que la vagina mantiene su funcionamiento normal si hay una vida sexual activa. Incluso hay mujeres (y hombres!!!) que experimentan un nuevo entusiasmo al no tener que preocuparse por un posible embarazo. El sexo puede beneficiar a la mujer durante y después de la menopausia.
Unos años antes de la menopausia la menstruación es irregular y puede llegar a confundir a la mujer. Las hemorragias de la menstruación pueden presentarse abundantes y las reglas pueden ser más largas de lo normal. Aunque pueden ser molestas no deben ser ningún motivo de preocupación. Podemos pedir al médico medicamentos que cortan la hemorragia y no contienen hormonas.
En esta época es bueno realizar análisis y tener controlada la anemia. Una señal infalible de su existencia son las encías blancas y el rojo del interior de los ojos pálido. El médico nos recetará comprimidos de hierro.
En la mayoría de mujeres se van reduciendo los periodos, y la hemorragia es menor. A veces, es difícil saber si la sangre se debe a un periodo irregular o si nuestro cuerpo nos da una señal de alarma y debemos visitar urgentemente al médico. Lo mejor es tener anotada la frecuencia, tipo de sangrado, consistencia y cantidad. Esto ayudará al médico y a nosotras a tener un buen conocimiento de nuestro cuerpo y salud.