Que los problemas pesen menos y las alegrías el doble. Que siempre haya alguien al otro lado (del sofá, de la cama, del teléfono, de la vida). Que, sea lo que sea, escuche. Desde tus cabreos y tus gritos, estus palabras de amor. Que sea sostén al que agarrarse cuando vienen vendabales. Que perdone lo imperdonable, que te ayude a aprender de tus errores, que te quiera cuando no te quieres ni tú. Dos toallas al sol y dos manos más para darte crema. Que marchen los mojitos a pares. Que la película más insignificante y la canción más tonta adopten un significado espAcial. Más calor debajo de la manta en las noches de invierno y sofá. Que el egoísmo se quede a un lado porque ya no importas sólo tú. Que te ayude a buscar aquello que pierdes (desde las llaves, hasta la ilusión); que alguien vele por tus sueños mientras duermes. Que te mire aunque no te des ni cuenta mientras tarareas una canción. Que tengas ganas de ser mejor persona. Que el niño que llevas dentro salga más a menudo. Ser dos es darte cuenta de que nunca volverás a estar solo. Es no sentirte solo aunque lo estés.
Hasta el lunes, almas cándidas :)