Revista Arte

Ser humano. Preestreno abierto

Por Lasnuevemusas @semanario9musas
Para desarrollar el tema de la percepción, utilizo inicialmente apuntes de clase.

Pero ahora, 2019, abro el libro que G. Bueno encabezó con el título de Simploké (1987) cuando se refiere a determinada idea de hombre (pág. 62) con la que algunos operan queriendo definirlo:

"...lo normal es tomar un rasgo, por ejemplo el aumento del volumen craneal a partir del cual se saltaría a la reflexión; o bien tomar el bipedismo como línea divisoria, a partir del cual se podría hablar ya de hombre, etc."

Pero señala G. Bueno que estas explicaciones se fundamentan en seleccionar una parte para convertirla en rasgo totalizante que explique la aparición del hombre. Y advierte que lo que se denomina Hombre comienza a ser reconocido muy tardíamente "...hacia el Neolítico".

Consecuentemente, se afirma en Simploké que es necesario disolver las referencias que nos remitan al Hombre para operar de un modo ajustado.

Una intuición indudable como punto de partida

He de aclarar que al iniciar el estudio del tema de la percepción tenía el propósito de realizar un análisis estético de algunos dibujos que estaba haciendo. Como punto de partida, tomé la experiencia de que aquella actividad de dibujar la estaba percibiendo yo mismo. Mi punto de partida para aquel análisis estético que me proponía fue aquella intuición indudable sobre la percepción que tenía de mi propio acto de dibujar. He de reconocer que el supuesto de ser yo un ser humano, aunque no lo definiera, operó sin cuestionarse en la ordenación de mis trabajos, y que con tal supuesto fui asumiendo la perspectiva evolucionista con la que la ciencia operaba sobre el tema de la percepción. Es la que voy recogiendo y tratando de actualizar.

Inicialmente, no me planteé una fenomenología de la percepción, sino un programa de estudio sobre el tema conforme a lo que la ciencia señalaba: ¿Qué se entiende científicamente por percibir? Mi primera sorpresa fue advertir la cantidad de teorías que de distinta forma abordaban esta cuestión. Y a eso me voy refiriendo.

No me parece que todavía tenga este planteamiento ninguna confrontación con el texto del Symploké, aunque presienta la distancia.

Sin propósito alguno de definirlo, añadiré que sobre la forma del consistir humano tiendo a pensar su dinamismo como un preestreno abierto en la historia.

LA ESTRATEGIA DEL INSECTO.

Von Fritz, Matilde Hertz y otros han profundizado en la fisiología visual de los insectos, comprobando que en ellos la visión de las formas es mala, según dicen, comparándolas al estigmatismo (Foto-horotaxia de Kalmus), Ello coincide con el tipo ventral o hiponeurino de sus ganglios cerebroides, cuya evolución se realiza en una dirección bien distinta a la de los vertebrados. Señalaron estos autores que el universo visual del insecto, por muy brillantemente coloreado que sea, es estático y puramente informativo.

Lo anterior es una perspectiva que pienso debería ser cuestionada en lo que al tema de las formas se refiere. Y es que el movimiento ¿no puede considerarse también una forma, aunque se despliegue temporalmente? Señalar el universo visual del insecto como estático me parece un reduccionismo improcedente. El insecto desarrollaría con su cuerpo la estrategia que le conviene para sobrevivir y en la que el estatismo parece ausentarse del todo. Veamos:

Los insectos son animales invertebrados del filo de los artrópodos que presenta un par de antenas, tres pares de patas y dos pares de alas (que, no obstante, las alas pueden reducirse o faltar). Los estudia la entomología.

Invertebrados. En el aire

Los insectos se consideran el grupo de animales más diversos. Se ha calculado que representan más del 90% de las formas de vida en el planeta, y se encuentran en casi todos los ambientes. La aparición de las alas significó un importante salto adaptativo en su evolución al ofrecerles la posibilidad de dispersarse y diversificarse -lo habrían hecho muy rápidamente- en todo tipo de hábitats. Además, son los únicos invertebrados capaces de volar. Sin embargo, desde su aparición, que se supuso en el Devónico, su estructura corporal apenas ha cambiado.

¿Por qué hay insectos palo que se hacen notar?

Los insectos palo, o fásmidos, se camuflan muy bien pareciendo ramitas o tallos espinosos. Pero se han descrito por dos llamativas especies nuevas, encontradas en Madagascar, en las que el macho expone vivos colores sin ningún propósito aparente de camuflarse. ¿Cómo pueden así escaparse de aves y otros depredadores?. Glaw propuso una explicación evolutiva: Los llamativos colores de estos machos podrían funcionar como una señal de alarma y de advertencia al simular máxima toxicidad de sus cuerpos ( Aposematismo). Sería posible que los linajes de A. manga y A. maroloco evolucionaran de modo que los machos hubiesen adquirido inmunidad, paulatinamente, frente al veneno de las plantas que consumían. Estas toxinas serían a su vez las que ocasionarían su brillante colorido. En contraste, las hembras de las dos especies con tonalidades crípticas muy funcionales para el camuflaje, elegirían estratégicamente aparearse sistemáticamente con machos vistosos.

¿Adecuación?

Se trataría de una defensa antidrepredadora de la especie mediante cierta diferenciación y conjugación de elementos propios hasta encontrar una forma adecuada, como si mantuvieran una conversación con el medio. ¿Adecuación más que adaptación?

Ser humano. Preestreno abiertoSobre el comer y el poder. Distintos planos

La cuestión del comer figura en esta exposición como telón de fondo. Y si mirásemos otro plano del tema al abrir el Quijote, encontraríamos una perspectiva estimulante.

En un momento crucial del capítulo LXXII, segunda parte, escribe Cervantes: "Llegose en esto la hora de comer; comieron juntos Don Quijote y Don Álvaro." De Don Álvaro se dijo que era persona distinguida. Pero en aquella mesa, a la hora de comer, no se menciona a Sancho, que parece marginado. No es difícil advertir que en esta mesa de la comida las clases sociales quedan señaladas y diferenciadas.

Comer y poder se conjugarían en la especie humana de modo específico. Pero no cometeríamos el error de tomar la parte por el todo. La advertencia de G. Bueno parece oportuna. Aunque mantenga yo el Dinamorfismo Filosófico.


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