Ser madre (Por Nora Schiavoni para mujeres inquietas)

Yo creo que una es madre porque, alrededor de los 30, se nos enciende el reloj de la fecundidad y no lo podemos detener más. Para mí que las trompas de Falopio, a modo de campanillas, empiezan a golpear y a golpear el útero, poniendo así en estado de alerta y movilización todos los óvulos que llevamos las mujeres dentro, que te hacen un piquete ovárico al grito de: “No queremos morir más en un campo de algodón, por más perfumado y alado que sea.” Y así una es madre.

Para mí ser madre es algo increíble. Realmente yo no hubiese creído las cosas que era capaz de hacer: no dormir, no bañarte… ¿Cocinar? Naaaaa. Ok, ok, si mi bebe lo pide…a los gritos, mami, hace Nestúm… sin quemarlo.

Desde lo físico es casi un milagro.

Con el primer embarazo aumenté 30 kilos

Con el segundo me cuidé, aumenté 28.

¿No es un milagro que siga teniendo forma de mujer?

Desde lo psíquico es una evolución.

Antes de ser madres era una histérica, ahora…soy esquizofrénica.

- ¿Qué ta achiendo el bebe de mamá?…Ahhh, lo voy a matar….Mis cosméticos nooooooo.

Lo que más me gusta de ser mamá es que nunca estas sola. No, siempre te acompaña…La Culpa.

Yo me siento tan culpable que si me compro un par de zapatos nuevos, antes de llegar a casa, los ensucio. Mi hija me dice: “Uy, ma, ze te zuciaron los zapatos”.

- No importa, hija, los limpio y parecen nuevos. “Ah, te digo porque ayer ze te enzució la cartera que te haze juego”.

Es que, cómo no te vas a sentir culpable si todo el tiempo te preguntás: ¿estaré haciendo las cosas bien? ¿Lo estaré educando bien? La respuesta es: No, no lo estas haciendo bien.

¿Cómo lo vamos a estar haciendo bien? Si los educamos con la amenaza.

- Mirá, que llamo al hombre de la bolsa.

- Mirá, que llamo al cuco.

- ¡Si no me haces caso…te hago mierda la Play Station!

Los educamos con la contradicción. Por ejemplo, le leemos cuentos de hadas y de sirenas, pero si tienen miedo de los monstruos o los fantasmas les decimos: Eso no existe.

¿Por qué? ¿Lo otro sí? ¿Sabes el cagazo que me pego si veo una sirena en mi baño?

O les decimos: ¡¡¡Pero te dije que no comas porquerías antes de almorzar!!! ¿No ves que ya estamos llegando a McDonald’s?

Pero por sobre todas las cosas, los educamos con la mentira. Es que no se puede contestar a un hijo con la verdad cuando viene y te pregunta:

-¿Ma, porqué tengo que ir la escuela doble jornada?

- Porque yo tengo que vivir ocho horas nene.

- ¿Y por qué tengo que dormirme temprano?

- Bueno….porque yo necesito…un poco de sexo.

- Uff, Ma ¿Por qué tuviste esta hermanita?

- Porque esa noche estaba TOTALMENTE BORRACHA.

No da, tenes mucho gasto en psicólogo después.

Además no importa, porque tener un hijo te borra el pasado. Nadie se acuerda que eras la oveja negra, la loca o la borracha de la familia. ¿Tuviste un hijo? HICISTE ALGO BIEN EN LA VIDA.

¡Ojo que si lo tenés por parto natural, te suma puntos! Y si dejás de fumar aunque sea en el embarazo… hasta te borran del Veraz.

Por suerte, en la tarea de educar los padres no estamos solos. Existen las escuelas.

Nosotros nos decidimos por una escuela de educación constructivista. Estamos recontentos. La verdad es que cumplen con lo que dicen. Cuando los chicos empezaron tenía sólo planta baja. Ahora es un megaedificio con una cuota mega-cara.

Pero sin duda, lo mejor es el sexo, porque la sexualidad siendo es….es…NO, NO Es.

Vos esa noche acostaste a los chicos temprano, te pusiste el body de conejita de Playboy. Ok, el pom pom ya no te queda como antes pero en la oscuridad de la noche, todos los gatos son pardos. Y cuando estas a punto de comerte la zanahoria….siempre la misma musiquita de fondo.

-Mamá, mamá.

Entonces vas, disfrazada de conejita. Esta vez, cual Bugs Bonnie. Ves que tu hijo está volando en fiebre, le das Ibupirac y le decís: no te preocupes mi amor, ya te baja, ya te baja.

Volvés a tu cuarto y… ¡¡¡¡NOO, A VOS NO, A VOS NO TE TENIA QUE BAJAR!!!