¿Seré Presidente esta noche?

Todos me lo han confirmado, excepto el pijo ese de Orilla o Ribera o como sea (ahora ya no se desnuda porque me tiene a mí de competencia y, claro, impongo). Algunos han calificado mi gobierno de Frankenstein, yo no veo dónde está Franco en mi gobierno, si hasta quiero exhumarle del Valle de los Caídos como prioridad nacional. Y voy a hacer una reforma fiscal de izquierdas (la única pega es el Senado y la aprobación de los presupuestos en los que aún va a estar el partido del Gafotasshhh). En todo caso, mi gobierno sería Pedrokenstein, pero no entiendo esa manía de denigrarme, con lo maravilloso que soy.

Inda el primero: ha publicado lo que le han dicho los nacionalistas catalanes y vascos de los pactos, pero la realidad es que me envidia porque soy mucho más guapo. Sólo hay que verme en bañador. My body se adapta a cualquier sillón, lo ilumina y lo embellece. Y, claro, la envidia es muy mala:

Me quiero a mí mismo y ya sí me veo en la Moncloa… Y con la pensión de expresidente. Tenemos en la izquierda grandes economistas que me aseguran que habrá dinero para que la cobre.