En estos momentos todas las mujeres en México están hablando maravilla y media sobre la adaptación de “50 Sombras de Grey”, pero antes de que comente sobre eso quisiera dejarles una pequeña crítica a una de mis películas favoritas.
A veces el ver películas al azar ayuda mucho, ya que puedes toparte con una buena película pero que no resulta ser muy popular, o puedes toparte con una terrible entrega pero que tiene su famita. Afortunadamente para mí, este fue uno de los primeros casos: la película es bastante buena, con buenas actuaciones, buenos diálogos y una interesante historia entre otros puntos, pero que no tiene la popularidad que otros filmes de comedia romántica tienen.
El primer punto a favor de la película es, sin lugar a dudas, la historia: Jonathan (Cusack) y Sarah (Beckinsale) se encuentran en Nueva York en Navidad neoyorquina en búsqueda de regalos para sus respectivas parejas. Pero el destino hizo que los dos se juntaran y pasaran un inolvidable paseo por la Gran Manzana. Sin embargo, por azares del destino y porque Sarah cree mucho en eso, terminan por separarse y no vuelven a saber de ellos jamás. Pasan los años, Jonathan y Sarah han continuado con sus vidas y todo parece en orden, pero parece que el destino les tiene otra jugada para que puedan estar juntos.
El primer punto a favor que tiene la película son las actuaciones de los personajes principales: tanto John Cusack como Kate Beckinsale están increíbles, cada uno adorable a su forma y mostrando una muy buena química entre ellos, cosa que me sorprende considerando que no comparten mucho tiempo la pantalla.
Otro punto que me agrada aquí son los secundarios: Jeremy Piven como el mejor amigo y soporte de John resulta ser una gran elección y Molly Shannon igual, solo que como la amiga de Sarah; Eugene Levy, como ladrón de escena, es simplemente divertido en cada aparición que tiene como empleado de una tienda.
Hay muy buenas tomas en Nueva York, la música es agradable, en fin hay varios elementos que en verdad hacen que me guste esta película; pero si hay un hay algo que reclamaría a la película es que el personaje de Cusack, al final, es un tanto idiota con su prometida. No voy a revelar nada por si alguno quisiera verla, pero eso podría hacer enfadar a algunas personas.
Con todo y eso, recomendaría esta película antes de ver cualquier otra cosa. Ese detalle del personaje de Cusack puedo hacerlo a un lado por el hecho de que el tipo sigue viéndose agradable en cada escena y la buena química con Beckinsale es innegable. Así que, dense un tiempo para “Serendipity”, yo creo que al final no se arrepentirán.