Revista Cultura y Ocio

Serie: Sense8

Por Annie
Serie: Sense8Hace poco más de dos meses, Netflix lanzó en su plataforma online una nueva ficción que, si bien era esperada por muchos, para otros llegó como una muy agradable sorpresa.Si bien he de reconocer que me encuentro entre los miembros del segundo grupo, las ganas de adentrarme en el mundo de Sense8 llegaron apenas reconocí los nombres que se escondían tras su realización. Los hermanos Wachowski, mundialmente conocidos como los creadores de la icónica trilogía Matrix y la perfecta Cloud Atlas, se unirían nada menos que a Michael Straczynski, una eminencia en lo que respecta a la producción y guión televisivo, para traernos un programa con una premisa cuya innovación sólo es sobrepasada por la ambición que acarrea consigo.Es realmente complicado dar una descripción de la trama y, al mismo tiempo, incurrir en la menor cantidad de spoilers posibles. Todo empieza con el suicidio de Angélica, una enigmática mujer en un edificio abandonado, y con la visita del aún más misterioso Jonas, uno de  esos personajes conocidos por sumar más preguntas que respuestas a la ecuación. Concatenado a esto, ocho extraños alrededor del mundo comienzan a estar tanto física como emocionalmente conectados. Cada uno se verá, entonces, siendo capaz de sentir, escuchar y tocar aquello que afecte a los otros. Y no pasará mucho tiempo hasta que comiencen a comunicarse entre ellos, a “visitarse”, y hasta a hacer uso de los conocimientos, lenguaje y habilidades de cada miembro del grupo. En otras palabras, la muerte de Angélica hará que renazcan como sensates, palabra que, pronunciada como senseit, remitirá entonces al título de la serie, aunque se debe tener en cuenta que no es el único motivo del mismo.Serie: Sense8A lo largo de los capítulos notarán que no están solos en el mundo, si no que forman un “claustro” de sensates, un grupo que ha sido formado para cumplir un destino específico. Alrededor del planeta hay más como ellos, pero en su mayoría permanecen ocultos, ya que, como pronto descubrirán, son perseguidos no sólo por sus problemas personales, sino también por miembros de una corporación cuyo objetivo es la neutralización del “gen” que los hace especiales.Si bien la trama de la serie es un factor muy importante al momento de decidir verla, creo que, en realidad, el punto fuerte se encuentra en los personajes principales. El nivel de construcción es impresionante, y es muy interesante que, a diferencia de muchas series que utilizan el mismo recurso de protagonismo múltiple, los capítulos nunca se centran en un personaje en particular. Por el contrario, todos toman protagonismo en cada capítulo, llegando a hacer dos o tres apariciones por episodio, y permitiendo así conocer sus respectivas historias conforme avanza la trama.Asimismo, cuesta imaginar un entramado que incluya a personajes tan dispares como un actor de mexicano, una hacker lesbiana de San Francisco, un policía de Chicago, un gangster alemán, una empresaria coreana, un conductor de autobús de Nairobi, una farmacéutica de la India y una DJ islandesa. El ensamblaje cultural y paisajístico que trae consigo Sense8 es impactante, y lejos de confundir, logra poner en pantalla prácticas y situaciones que se dan en rincones tan heterogéneos del planeta.Estas diferencias culturales también se notarán en el pasado de nuestros sensates, que es un tema recurrente a lo largo de la serie.  Ninguno de ellos tiene una historia que pueda ser catalogada como sencilla. Y es este escenario que brilla por su complejidad, el que explica la manera en que cada uno ha desarrollado diversas habilidades que probarán ser de utilidad para el resto. Cada uno de ellos ha aprendido a sobrevivir en su entorno, y serán estos conocimientos los que deberán poner a merced de su claustro, para garantizar la supervivencia del mismo.A una línea argumental ambiciosa y con  personajes bien definidos, sólo queda agregarle un acabado sonoro impecable. La música y los sonidos en general jugarán un papel muy importante en las conexiones físicas y mentales que sufrirán nuestros protagonistas, y los creadores del show se han encargado que la banda sonora sea algo digno de recordar. Solamente hay que ver un par de escenas para dar cuenta de esto, entre las cuales se incluyen un número de karaoke – “What’s up” de 4 Non Blondes - que, en mi opinión, dio lugar a una de las escenas más geniales que vi en los últimos tiempos.Serie: Sense8
Quiero concluir diciendo que, a diferencia de lo que puede pensarse en un primer momento, la serie no es simplemente una ficción del montón. Sense8 es una experiencia horrible y hermosa a la vez. Porque de una forma u otra encuentra maneras de meterse dentro del espectador y revolver cosas que, a veces, generan sensaciones de dolor e incomodidad. Es una serie increíble, en la que capítulo tras capítulos nos damos cuenta que lo que realmente se muestra en la pantalla va más allá de una trama, siendo ésta un mero conducto para ejercer la representación de la naturaleza humana. Más de una vez nos vamos a ver obligados a poner en pausa el capítulo, ya sea porque nos emocionó de sobremanera o porque lo que sufren los protagonistas nos genera demasiada rabia, enojo, tristeza. A veces porque es injusto. Otras, porque indirectamente nos vemos reflejados en las vivencias de los protagonistas.Sense8 toca temas que van desde la sexualidad hasta el amor por uno mismo, las adicciones, la desigualdad social, el rol de la mujer. No es raro para los Hermanos Wachowski hacer uso de los medios audiovisuales para representar sus opiniones frente a las temáticas de actualidad más controversiales, y el resultado de esta nueva escaramuza, la mezcla de la ficción con la realidad, es impresionante. Creo que es una de esas series que vale cada minuto invertido frente a la pantalla.
Matías Pardini

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