Series western, The Mandalorian y la guerra de plataformas
Seriemaniac colabora a partir de ahora con la revista digital Mangata, con un artículo sobre series. Puedes leer la revista completa en la que se incluye este artículo en: Mangata Magazine.
Llega un western desde los confines de la galaxia
En una galaxia lejana, muy lejana, uno de los géneros más prolíficos de la gran industria del cine ha despertado desde ese lugar en el que descansan las cosas que han caído en el olvido.
Disney+ desembarcó en Estados Unidos el pasado 12 de noviembre. Envuelta entre gran expectación por todos los amantes de la que se conoce como la tercera edad de oro de las series.
La ampliación hacia otros países de nuestro sistema solar se realizará de forma paulatina, poco a poco. En España, por ejemplo, se halla prevista para el 31 de marzo de 2020.
Que Disney+ se adentre en el mundo de las series es una gran noticia. De momento, su buque insignia es la serie The Mandalorian, una historia espacial con aires de western. O mejor dicho, un western espacial que amplía el ya de por sí interesante universo de Star Wars.
Puedes leer nuestro análisis completo en: Crítica de The Mandalorian.
En The Mandalorian las historias sobre imperios y espadas láser no son más que ecos lejanos de algún rincón de la galaxia. No. Esta serie no va de eso. La gran apuesta de la nueva plataforma focaliza toda su atención en un cazarrecompensas que malvive buscando misiones allá donde le conduzca el amasijo de hierros en el que se ha convertido su nave.
Los mandalorianos son una raza austera, que no necesita más que un buen arsenal y un nuevo objetivo que atrapar. Nada más y nada menos. Embutidos siempre en su característica armadura y su casco, hacen de la guerra un arte, una religión.
Para este proyecto se ha confiado en el que ahora mismo es el hombre de confianza de Disney: Jon Favreau, director de una de las sagas más exitosas del género como Iron Man. Actor de múltiples papeles en los que siempre encarna al bonachón que acompaña al héroe. Por ejemplo, como agente especial en Los vengadores o siendo el noviete de la enésima Tía May de Spiderman (en este último reboot de la saga arácnida).
Disney ha puesto toda la carne en el asador en su primera serie de producción propia. Visualmente podría compararse con cualquier película de la saga ideada por George Lucas. No falta de nada: criaturas, androides, blaster s, naves espaciales, planetas asombrosos. Como decía John Hammond, el director de Parque jurásico: "No escatimamos en gastos".
A la compañía de Mickey Mouse se le ha metido en la cabeza competir con Netflix y HBO por el control de este nuevo orden catódico que a todos nos tiene tan enganchados. La batalla parece que será tan cruenta como interesante, pues, no debemos olvidar otras plataformas como Hulu ( El cuento de la criada, Castle Rock, The First), Amazon Prime ( Goliath, The Boys, Too old to die Young, The Marvelous Mrs Maisel) que llevan tiempo haciendo muy bien las cosas, plantando cara a los consolidados gigantes de contenido on demand.
Pero, además, tenemos a AppleTV. Otro gigante que a golpe de talonario se ha lanzado al mercado con series tan interesantes como See (con Jason Momoa espectacular), For All Mankind (drama sobre la carrera espacial y el empoderamiento de la mujer), Servant (la serie de M. Night Shyamalan) o la nominada a mejor serie dramática The Morning Show (que reúne a Reese Whisterpoon y a Jenifer Aniston). Hagan juego.
Pero volviendo a The Mandalorian, Disney+ nos ha regalado una pequeña joya en la que se cuida hasta el último detalle, con una producción tan ingente como brillante: fotografía espectacular, banda sonora insuperable, dirección, sonido... Solo poder disfrutar de los títulos de crédito finales ya hace que la serie merezca la pena.
Muchos pensaban que Disney+ confeccionaría una serie para niños. Es cierto que la serie es apta para todos los públicos, pero, bajo su capa de espectacularidad y cine comercial encontramos una historia que contiene muchas lecturas. La más llamativa, que toda la serie sea un western espacial con un protagonista que bien podría haber salido de cualquier película de Sergio Leone: andares, rictus impertérrito intuido a través de su inseparable casco, duelos con adversarios, salloons a los que las criaturas de la galaxia van para tomar bebidas de nombre impronunciable y los planetas desérticos entre los que se suele mover nuestro protagonista.
El western es un género que siempre ha estado llamando a la puerta del cine y la televisión pero nunca ha conseguido imponerse del todo. Después de su edad dorada, hemos visto pocas incursiones interesantes salvo algunas excepciones.
La primera fue la maravillosa Sin perdón (Clint Eastwood, 1992). Después llegaron algunas más: Valor de ley (de los siempre interesantes hermanos Coen) o Los odiosos ocho de Quentin Tarantino.
Deadwood: contigo empezó todo
En el mundo de las series siempre recordaremos , una de las mejores series de todos los tiempos. Una de las responsables de que existan series como las que disfrutamos hoy en día. HBO cambió las normas del juego en 1999 apostando por la calidad como nicho de mercado y por grandes creadores cuyos guiones el cine había dejado de lado. Es el caso de Los Soprano (David Chase), The Wire (David Simon) y, sin lugar a dudas, .
revolucionó el género western de la misma forma que The Wire cambió el género policíaco. Esta historia de vaqueros se presentó sin esa pátina épica que recubría a las pelis con las que todos hemos crecido. El lejano oeste olía mal: a sangre, barro y fluidos corporales. Los personajes confundían sus roles continuamente y mostraban sus debilidades y bajezas. Claro, no estábamos ante una serie normal, nos encontrábamos ante HBO.
AMC (responsable de Breaking Bad o de la inagotable franquicia zombi de The Walking Dead) intentó emular algo parecido con Hell on Wheels. Una serie con una propuesta interesante pero que con el paso de los episodios se diluyó como el whisky que resbala por la barra de algún bar.
Quizá solo Netflix logró colocar al género western en el lugar que se merecía. Lo consiguió con su serie (puedes leer la crítica haciendo clic en el enlace): miniserie tan interesante como poco mediática que pasó desapercibida entre la multitud de proyectos que se estrenan cada año en televisión, unos 500.
Westworld ha sido la apuesta más reciente de HBO. Un experimento que mezcla géneros tan variados como el western, la ciencia ficción o el shogun japonés. La serie ha ido perdiendo intensidad con el paso de los episodios, a la espera de ver qué nos deparará la próxima tercera temporada que amenaza con reinventar todas las tramas anteriores y partir de cero.
De momento, salvo que algún forajido más venga a rescatarnos en su caballo, podemos disfrutar de The Mandalorian. Su personaje, Mando, es un galáctico interpretado por Pedro Pascal (el detective Peña de Narcos y Oberyn en Juego de tronos) -o al menos eso nos han hecho creer pues, el cazarrecompensas, no se quita el casco en ninguna ocasión- que tiene como compañero de viaje a un Baby Yoda -así lo han bautizado en los mentideros de Internet- el cual se ha ganado el corazón de todos los espectadores con su orejitas, sus ojos melancólicos y sus travesuras.
La única pega es que Disney+ no ha sabido entender el tipo de series que se realizan hoy en día. The Mandalorian adolece de profundizar más en el personaje principal y de no controlar los tiempos marcados por la nueva industria. Al fin y al cabo, no es más que una especie de procedimental en el cual cada episodio cierra su trama principal, sin mantener una historia que se alargue en el tiempo que permita desplegar todo el potencial de los personajes.
Lo que está claro es que las expectativas se han fijado muy altas para las próximas series de la nueva plataforma. Viendo el trato especial que se le ha dado a esta historia no sería descabellado pensar que las nuevas adaptaciones del extinto universo Marflix (Daredevil, Jessica Jones, The Punisher) fueran más interesantes de lo que en un momento podíamos pensar cuando abandonaron la plataforma Netflix. Habrá que esperar. Mientras tanto, la televisión ha vuelto a ganar la partida al cine, pues ha encontrado una historia que expande el siempre interesante imaginario de Star Wars. Algo que hubiera sido más complicado en la pantalla grande.
Si buscas pasar un buen rato, si eres un maníaco del género western, debes saber que The Mandalorian ha llegado para quedarse. Qué la fuerza le acompañe...
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