Series recomendadas: Mad Men

La primera vez que escuché hablar de Mad Men fue a través de noticias sobre Christina Hendricks. Mucho se había hablado sobre su belleza curvilínea, opuesta a los cánones a los que los medios nos tienen acostumbrados. Al parecer, los lectores de la archiconocida revista Esquire la habían votado como la mujer más sexy del mundo.
Después de descubrir que esta actriz forma parte del elenco protagonista de la serie Mad Men, e informarme sobre de qué trata la misma, decidí darle una oportunidad. 

La trama trata sobre la agencia de publicidad Sterling Cooper, donde el carismático e inquietante Don Draper tiene un gran poder. A simple vista parece el hombre perfecto: gran profesional, serio, justo... Pero en su vida personal es donde se descubre su auténtico ser: tiene todo lo que quiere, pero su interior es altamente inestable. Casado y con dos hijos, en casa parece ser el padre y marido ideal, pero a menudo lo veremos compartiendo más que besos con mujeres atractivas que se cruzan en su camino. Las aventuras de Don forman parte de las tramas principales de la serie, así como de su evolución como personaje.
Mad Men es un drama en el que lo que realmente importa son las tramas de los personajes, quienes se complementan entre sí de una forma admirable. Cabe decir que el elenco resulta muy acertado: Joan Harris (la ya mencionada Christina Hendricks), jefa de secretarias con gran carácter, que parece saberlo todo de su lugar de trabajo y siempre aparenta cumplir las reglas; Roger Sterling, uno de los peculiares dueños de la empresa; Peter Campbell, un niño bien con ansias y ambiciones de conseguir lo que quiere de inmediato, y que hará cualquier cosa para conseguirlo; Betty Draper, esposa del protagonista, mujer y madre perfecta que trata de mantener lejos de su mente las sospechas de infidelidad de su marido; Salvatore Romano, un hombre casado que intenta ocultar su homosexualidad en un ambiente que pretende ser demasiado masculino y en una época en la que dicha orientación sexual parece más de leyenda urbana...

Los enigmáticos Betty y Don Draper son, a ojos de todos, la pareja ideal

Estos son tan sólo unos pocos de los personajes que siempre tienen algo que aportar. Porque una cosa debe quedar clara para el espectador desde buen principio: en Mad Men (juego de palabras con Madison Avenue Men), nada ocurre sin motivo. En ocasiones habrá que esperar diversos capítulos, e incluso puede que una temporada entera para que ago cobre sentido, pero hasta la escena aparentemente más sutil tiene su razón de ser. 
El primer capítulo deja muy claro la buena ambientación de los años 60, especialmente en lo referente a la mujer. Cuando Peggy Olson llega como nueva secretaria a la empresa, recibe estos ánimos: "No te preocupes por la máquina de escribir, es una tecnología hecha para que incluso las mujeres podamos utilizarla". Esta presentación probablemente aporte sentimientos encontrados para el público femenino. Por un lado, despertará su lado más feminista, que se opondrá inmediatamente a los hábitos machistas de la época. Por el otro, sentirá deseos de saber cómo avanza la historia para las féminas de la serie. Y este es uno de los muchos puntos fuertes de la serie, porque seremos testigos de cómo avanza la sociedad en este aspecto, de cómo algunas mujeres se someten en un mundo de hombres, y, sobre todo, de cómo otras luchan por conseguir el mundo que tenemos hoy. Tal vez, no todavía justo, pero sí mucho más igualitario que en aquellos tiempos que hoy parecen tan lejanos. En concreto, podemos hablar del personaje de Peggy Olson, a quien el espectador acompañará en su duro trabajo por escalar puestos en su carrera, demostrando que puede ser mejor publicista que muchos hombres de la empresa.

La complicada relación entre Peggy y Pete funciona como elemento dramático dispuesto a dar un golpe en el momento más inesperado

Y, como no podía ser de otra manera, el trabajo como publicista cobra un gran protagonismo. Os interese o no este mundo, resulta muy curioso ver la manera de trabajar en la agencia Sterling Cooper y cómo la psicología cobra sentido en las campañas publicitarias.
A nivel técnico, es obligatorio resaltar el mimo de cada plano, cada escena, así como el impecable trabajo de los actores. Además, el corte sesentero se mantiene también en el trabajo de producción, dado que rara vez encontraremos música de fondo durante los capítulos, e incluso el aspecto visual y el sonido dan la sensación de tratarse de un producto creado décadas atrás. 
Si el mundo de la moda os resulta atractivo, también aquí encontraréis plasmadas fielmente las tendencias de la época. Los personajes femeninos hacen alarde de lo que se llevaba en los 60... y con mucho estilo.

El estilo del personaje de Christina Hendricks es motivo de admiración en sitios como Tumblr, donde podemos encontrar cuentas dedicadas a analizarlo y copiarlo.

Os dejo la intro de la serie, única y característica, que ha sido motivo de parodia en diversas ocasiones. Por ejemplo, en los Simpson.