La imagen es uno de los pilares en los que se sustenta una buena velada. Por eso, para que vuestros invitados recuerden vuestra cena, os vamos a proponer que juguéis a llamar su atención, además de con las propias recetas, con estos utensilios para la presentación de los platos. Son originales, llamativos y algunos de ellos, muy divertidos.
Tubo para pasta
¿Un tubo de pasta de dientes junto al tenedor? Pero, ¿esto qué es?, pueden pensar los comensales cuando se sienten a la mesa. Les podréis explicar que es una herramienta para que se pongan
salsa en sus platos. Tienen muchas opciones. Se pueden rellenar de
gel, puré, compota… Después se puede cerrar usando unos
alicates especiales. La boca del tubo está sellada y se abre fácilmente con el
tapón de rosca.
Cazuelita
Una cazuelita de las de toda la vida. Parecida a las que tenían nuestros abuelos colgadas de la pared de la cocina, pero de un
tamaño muy pequeño. Habréis adivinado rápido que no sirven para cocinar, sino para servir. Son una buena solución para
mantener calientes pequeñas raciones. ¡Ah! Se pueden meter en el
lavavajillas.
Cubo de acero
También de tamaño mini, este
cubo de acero puede contener numerosas tapas o salsas. Es original, limpio y encima de
primera calidad. Es tan realista que recuerda a sus hermanos mayores. ¿Qué pondríais dentro?
Cesta de freidora
Otro elemento típico de la cocina que vamos a descontextualizar para colocarlo en mitad de la mesa. Esta
mini cesta de freidora es ideal para
presentar fritos. Patatas, croquetas, calamares… Todo lo que se os ocurra. Escurrirá bien el aceite y será divertido.
Bote de cristal
Los
botes de cristal provocan una atracción a nuestras manos e imaginación. ¿Qué puede contener un bote? La respuesta es sencilla: de todo.
Caramelos, obleas, tapas, paté, salsa… ¿Qué meteríais vosotros? Los botes son de cristal y llevan una
goma de plástico para que cierre
herméticamente la tapa.
Cuchara para miel
Por último para
postre, os enseñamos esta curiosa
cuchara con mango curvo. Su forma permite que podáis echar
miel o
mermelada sin manchar los bordes y por tanto evitando las molestas manchas pegajosas en el mantel.
¡Buen provecho!