Sexo de alto riesgo: el juego del muelle

Por Psic. Sonia García * Ayuda Psicológica en Línea - Psicólogos por Internet

El “juego del muelle” o también conocido como “ruleta rusa sexual” es una práctica sexual peligrosa cuyo origen lo encontramos en América Latina. A día de hoy, también encontramos en España casos de adolescentes que han participado en esta peligrosa práctica.

El juego del muelle consiste en lo siguiente: un grupo de chicos desnudos, al menos de cintura para abajo, se sientan o colocan estirados uno junto a otro mientras una chica va sentándose encima buscando la penetración en todos ellos.

También puede que en lugar de una sola chica sean más chicas las que van buscando la penetración con cada chico. Durante un tiempo exacto, se dice que 30 segundos, la chica mantiene sexo con coito en esa postura con un chico, y pasado el tiempo, se termina “el turno” y cambia de chico para llevar a cabo la misma práctica. El primer chico que eyacula, pierde. A veces el juego se continúa hasta que sólo queda un chico.

EL JUEGO DEL MUELLE: PELIGROS Y RIESGOS

¿Qué peligros conlleva el juego del muelle? Son muchos e importantes los riesgos que se asumen con esta práctica sexual. Entre ellos:

• Riesgo de contagio de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS): no siempre se utiliza preservativo en esta práctica, y si se utiliza, no se hace de modo correcto, ya que la mujer que está en contacto sexual con varios hombres, si no utiliza preservativo o lo utiliza de forma incorrecta (no se cambia el preservativo cada vez que va a haber penetración) queda inevitablemente expuesta al contagio de ITS, al igual que en el caso de ellos, que entrarían en contacto con los fluidos del resto de hombres.
• Riesgo de embarazos no deseados: ante la práctica de relaciones sexuales sin protección siempre existe la posibilidad de embarazos no deseados, y en este caso además recordemos que se trata de sexo en grupo, lo cual además presenta el añadido de no saber de quién sería ese hijo en el caso de seguir con el embarazo.
• Riesgo de problemas y dificultades sexuales: en el caso de la mujer puede sufrir desgarros que además del daño físico pueden dar lugar a la aparición de disfunciones sexuales como el vaginismo, y en el caso del hombre se pueden producir problemas en la eyaculación y en la erección.

Todos los expertos coincidimos en que el hecho de que se pongan de moda este tipo de prácticas peligrosas, sobre todo entre la población joven y adolescente, responde a la deficiente, escasa o nula educación sexual recibida tanto en el entorno familiar como en el escolar. Por tanto, una vez más se pone de manifiesto la importancia de una existente y adecuada educación sexual desde edades tempranas, desde siempre.

Como ayuda para los padres, os remito a un contenido anterior sobre Cómo hablar de sexo con los hijos Trabajemos en la prevención.

¡Os espero en el próximo artículo!

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