Una encuesta revela que hasta un 76% de la gente ha mantenido relaciones
solo por complacer a su pareja
"Esta noche no, cariño, me duele la
cabeza". La excusa más utilizada del mundo para no mantener relaciones
parece que no lo es tanto en la realidad. Al menos en el caso de los españoles,
que somos muy solidarios cuando nuestra pareja sí tiene ganas de sexo y nosotros
no. Esto lo revela una encuesta realizada por La Maleta Roja, empresa
especializada en erotismo y salud sexual.
Según sus resultados, hasta un 76% de los españoles alguna
vez ha llegado a practicar sexo con su pareja solo para complacerla y no porque
le apetezca. ¿Cómo podemos interpretar este dato? A simple vista es bastante
positivo: somos generosos con nuestras parejas y, en vez de
negarnos, hay veces que preferimos ceder.
Ahondando un poco más en estos datos, hasta un 15% de los
encuestados afirma que únicamente practica sexo por complacer y
sin ningún tipo de apetito. El 18% de la gente confiesa que
esto le pasa a menudo y un abundante 43% reconoce que esto solo le ha pasado en
ocasiones. Es decir, que es una situación bastante habitual y
comprensible para la mayor parte de la gente.
¿Cuáles son las excusas de los españoles para no hacer el amor? Son muy
variadas pero confluyen en una sola: nuestro ritmo de vida
habitual. El 52% de los encuestados asegura que el cansancio suele ser
una razón, el 26% el malestar general y los famosos dolores de cabeza solo
suelen servir al 10%.
Pero a veces hay razones reales que también tienen que ver con ese estrés
diario que a veces es excusa y, en este caso, no: un 60% afirma que ese
ritmo de vida les afecta al apetito, mientras que un 20% se lo achaca a
la falta de imaginación a la hora de mantener relaciones. El otro 20% lo tiene
peor ya que es la falta de pasión la culpable. Sorprende que
los hay que achacan a la masturbación la pérdida de ganas de
mantener relaciones.
¿Qué conclusiones podemos extraer de esta encuesta
tan íntima? Que somos generosos, que nuestras excusas no son muy originales y,
sobre todo, que la calidad de vida repercute en la calidad de las
relaciones sexuales. Es importante innovar,
dejar volar la imaginación y no ceñirse al ámbito del dormitorio y a después de cenar para tener un encuentro. Y es que la noche
es joven pero la mañana, el mediodía y la tarde también.