Michael Shermer (véase el post anterior) da seis razones que hacen que la gente se resista a aceptar la evolución. La primera es curiosa:
1.- El Modelo de Guerra entre la Ciencia y la Religión, o la creencia de que hay una guerra entre la ciencia y la religión en la que una de ellas está en lo cierto y la otra está equivocada, y tenemos que elegir una de las dos.
Se me ocurre que, en primer lugar, uno puede creer que no existe conflicto entre la ciencia y la religión (C/R en adelante), y al mismo tiempo uno puede rechazar totalmente la evolución. El razonamiento es como sigue: "Mi religión es verdadera. La ciencia es estupenda, pero puede equivocarse. No hay conflicto C/R en general, pero la evolución es un error que los científicos tendrán que corregir en el futuro". ¿Existe gente con esta postura? Sí, me consta. ¿Son muchos, son influyentes? No lo sé.
En segundo lugar, y esto es más importante, parece que la evolución es aceptada casi unánimente por los no creyentes, independientemente de lo que opinen sobre la existencia del conflicto C/R. Son los creyentes quienes rechazan la evolución. Y no todos los creyentes, sino un subconjunto: los creyentes fundamentalistas. Shermer podría haber listado la religión fundamentalista como una causa importante para el rechazo de la evolución, pero prefiere decir las cosas de otro modo, o simplemente no decirlas. De cualquier modo, cuando un creyente rechaza la evolución ¿realmente lo hace porque cree que hay una guerra con la ciencia? Es posible, pero no necesito esa hipótesis. A no ser que me presenten pruebas, seguiré pensando en una relación más sencilla: la creencia en el conflicto C/R es una consecuencia del rechazo religioso a la evolución (y otros hechos y teorías científicos). Un resultado, no una causa.
Y después de haber puesto los braquiópodos sobre las íes, podemos finalizar, yo qué sé, por ejemplo con un peculiar vídeo sobre la adoración de Dios como macho alfa reproductivo: