Revista Música
Transatlantic - Sala Razzmatazz 2, Barcelona - 28-febrero-2014.
Con un nuevo disco editado este año llamado "Kaleidoscope", Transatlantic emprendió una gira mundial de seis semanas, la más grande realizada hasta hoy por la banda. Atrás quedó la primera parte a través de los extensos viajes por Norte América y Latino América, la memorable y apoteósica noche del concierto en Buenos Aires, y la experiencia con Jon Anderson y Adrian Bellew en un crucero por el Caribe durante el Progressive Nation at Sea 2014, donde encabezaron el cartel. La etapa por Europa comenzó por Madrid y Barcelona. Como dato curioso, debemos decir que esta gira se caracteriza por lo accidentada, ya que primero Daniel Gindelow (el quinto miembro) debió abandonarla por enfermedad, siendo sustituído por el flamante cantante de Spock´s Beard, el talentoso Ted Leonard. Luego Mike Portnoy se lesionó una pierna en los ensayos de Madrid, debiendo tocar en condiciones físicas muy disminuídas. Lo bueno es que quedará registrada para la posteridad en dvd la presentación en Colonia, Alemania.
El concierto:
Debo confesar que cada vez que he visto Transatlantic, he vivido una experiencia musical total a través de un viaje por lo mejor del rock progresivo actual. En pocas palabras y para que se entienda mejor: Transatlantic es una odisea musical alucinante.
En la sala Razzmatazz la espectativa era enorme, y después de una larga espera y ante una ovación estruendosa, las cuatro estrellas de la superbanda subieron al escenario y se ubicaron frente a nosotros, con dos tarimas en los extremos, y de izquierda a derecha, Neil Morse en teclados, Roine Stolt en guitarras, Pete Trewavas en bajo, y Mike Portnoy en batería. Detrás de ellos el músico invitado Ted Leonard, con su set de teclados y guitarras.
El concierto comenzó con "Into the Blue", la suite progresiva de casi media hora que abre "Kaleidoscope", el nuevo disco. Su introducción sinfónica fue el principio de una fiesta progresiva de excelentes composiciones y extravagancias vistosas. El tema, lleno de virtuosos pasajes instrumentales y complejos cambios de ritmo que van del pop al jazz, se disfrutó por la naturalidad con la que lo ejecutaron, tocando entre risas, gestos y miradas cómplices (sobre todo entre Morse y Portnoy que se hacían señas desde un extremo al otro). "Into the Blue" fue una muestra de lo que fue el show: una espectacular exhibición de rock progresivo inteligente y melódico.
Si bien el líder compositivo del grupo es Neal Morse, el que dirige el show y se adueña de la banda es el extrovertido Mike Portnoy. Mike es el maestro de ceremonia y anima constantemente al público para cantar y mantener la energía al máximo durante el concierto. Es para destacar su posición en el escenario, muy cerca del público y de costado, que permite ver su gran capacidad técnica e imaginativa y la variedad de recursos que emplea para tocar. La base rítmica que desarrolla junto a Pete Trewavas es de las más contundentes e increíbles que se pueden ver en la actualidad.
La nostalgia y la psicodelia ganan espacio con “My New World”. Aquí Roine Stolt luce su personalidad con su particular estilo de tocar la guitarra, mezcla de progresivo y jazz fussion. También con su peculiar voz ronca y melancólica, a pesar de haber olvidado encender su micrófono a tiempo, lo que generó muchas risas entre los músicos. Con todo el público entregado a sus pies coreando los punteos, "My New World", fue uno de los momentos más intensos de la noche. La diversión continuó cuando Neal Morse con su guitarra acústica se preparaba para cantar el nuevo tema, la balada "Shine". Mientras iba a comenzar, una mosca se posó sobre un dedo del primer acorde y entre comentarios graciosos siguieron adelante. "Shine" a pesar de ser una balada está llena de arreglos y detalles exquisitos.
Promediando el show llegó el momento de "The Whirlwind", el larguísimo tema estrella de la gira anterior. Esta vez, en formato de medley reducido, con sólo cinco partes de las doce que la componen. Las elegidas de la suite fueron "Overture/Whirlwind", "Rose Colored Glasses", "Evermore", "Is It Really Happening?" y "Whirlwind (Reprise)". Durante los cuarenta minutos ininterrumpidos que duró "The Whirlwind" destacamos, además de las cualidades individuales de los integrantes, el equilibrio que logran entre los pasajes melódicos y los de “escaparatismo virtuoso”. Pero acá hay que hacer un capítulo aparte para Neal Morse. Desde que lo conocí como músico siempre lo admiré por su talento y por sur autenticidad. Y a pesar de que muchos no aceptan que sus letras estén plagadas de un cristianismo personal, no tengo dudas de que Neal escribe desde la honestidad, y con una sensibilidad especial. En "Rose Colored Glasses", se quebró de emoción mientras cantaba los versos de esta canción que le dedicó a su padre ya fallecido. Fue un momento muy especial que jamás olvidaré. Todos cantaron y los músicos se unieron con tanta fuerza que sonaron como nunca, y Roine Stolt hizo el mejor solo de guitarra de la noche.
Después de tanta adrenalina, un divertido duelo de guitarras entre Roine Stolt y Neal Morse sirvió de introducción a otra canción que nos llegó directo al corazón: "We all need some Light", a diferencia de la gira anterior cuando la cantó Roine, esta vez la cantó Neal como en la versión original. Cada uno de los integrantes cantó una parte, incluso Ted Leonard, quien tuvo una participación fundamental desde lo vocal y lo instrumental en todos los temas, pero su intervención como cantante solista fue espectacular.
Con la potente "Black as the Sky" y su ritmo constante y poderoso, y ante la sorpresa de los que sabían que faltaba "Kaleidoscope", uno de los platos fuertes de la noche, se cerró el set list , y los músicos se retiraron merecidamente ovacionados.
Los bises del final fueron una sobredosis letal de rock progresivo, justamente con mis dos obras preferidas enganchadas: "All of the Above" y la obra maestra "Stranger in your Soul". Al igual que "The Whirldwind" fueron también tocadas en formato reducido. De la primera hicieron las dos partes del principio, "Full Moon Rising" y "October Wind", a las que engancharon con "Awakening The Stranger", "Slide" y "Stranger in Your Soul", de la segunda. Aquí todos los músicos se soltaron completamente, Mike Portnoy tirando al suelo parte de la batería, Pete Trewavas disfrutando como loco esta parte del show, y sobre todo el sueco Roine Stolt bajando a la pista para meterse entre la gente y dar la vuelta para regresar al escenario y tocar el último acorde, el del final...
Estos músicos cada vez que se junten siempre darán cátedra. En cada concierto sonarán complejos y accesibles a la vez, porque sobre su música sobrevolará el espíritu de los más emblemáticos grupos que han pisado la tierra, a través de las melodías de Los Beatles, las bellas texturas musicales de Genesis y los intrincados arreglos progresivos de Yes. Y remarco especialmente esa felicidad que nos queda después de disfrutarlos, porque para ellos la música además de ser todo lo anteriormente expuesto, también es diversión.
Fernando Gonzalez