Revista Cine
Shocker (Wes Craven, 1989. EEUU): música glam-rock y unos efectos realmente aberrantes para uno de los ejemplos de serie B más bizarros y olvidables de su director, el sobrevalorado y recientemente fallecido icono del horror Wes Craven, así como también de los 80 (y mira que hubo basura en esa década) que fue parodiado en uno de los especiales de Halloween de The Simpsons (en concreto, Treehouse of horror IX, en las historietas Hell Toupee y The terror of Tiny Toon) y cuyas algunas partes de su trama parecen sacadas de Pesadilla en Elm Street, uno de los pocos éxitos críticos del autor de la saga Scream. Un asesino jurará venganza tras ser condenado y freírse en la silla eléctrica, usando la corriente eléctrica y también introduciéndose en sus víctimas para saciar su sed de sangre. Un guión sin el menor sentido termina por descalabrar un proyecto sin pies ni cabeza. Terriblemente mala.