Hay una canción que dice: "contigo aprendí" (un clásico donde los haya) y es cierto que gracias a alguien se pueden aprender un montón de cosas, pero ¿Y sin alguien? ¿Qué puedo aprender yo sola?
Sola aprendí que los problemas de verdad son los que merecen importancia y son los que deben preocuparnos, aprendí a no tomarme en serio casi nada, a no darle valor a cualquier cosa... Hay pocas cosas realmente dignas de minarnos la moral.
Aprendí que con cariño y buen humor todo es más fácil, que mi actitud como madre es muchísimo mejor ahora (donde ya ni me cabreo, ni me indigno ni pego ningún grito al aire) y todo gracias a entender que no vale la pena enfadarse.
Aprendí que puedo ser quien quiera y llegar donde me proponga, que valgo más de lo que algunos piensan o de lo que están dispuestos a pagar por mi... Aprendí tanto y tantas cosas que ni me lo creo que sea la misma persona.
Sin ir más lejos esta mañana tuve que convocar un "Gabinete de crisis" con mis hijas y la verdad que resolví el problema con una calma y una tranquilidad que ni yo misma esperaba.
Resulta que con el tema de la mudanza sigo sin internet por la "huelga encubierta" de Telefónica (Sí, ésa de la que nadie habla...pero no hay un técnico disponible para venir a tu casa y llevo esperando 3 semanas) y con tanto jaleo se me olvidó avisar al Ratoncito Pérez de mi cambio de domicilio (ya imagináis el panorama).

Con las prisas, es que ni pensé en eso y mi hija se despertó esta mañana con el diente de leche bajo la almohada ¡Pérez no había venido! (joder que marrón así nada más abrir los ojos por la mañana) Lloraba... era la primera vez que Pérez se olvidaba.
Hace tiempo sé que no habría actuado de la misma manera, me habría cabreado con Pérez, con la niña, conmigo misma y con cualquiera que por allí pasara...
Lo bueno de los niños es que se creen casi todo (tuve que improvisar y mandarlas al baño a peinarse y despejar la habitación) y esa inocencia ¡A veces es tan sana!
Y claro... ¿Cómo leches localizo al Ratoncito Pérez a esas horas? ¿Tiene servicio de guardia y teléfono móvil? No sabía como calmar a la niña y como resolver esa situación teniendo en cuenta que Pérez siempre deja algo especial bajo la almohada.... Y esta vez, mamá (me sentí fatal conmigo misma) me olvidé de avisar a Pérez.
Pero no pasa nada... todas las madres tenemos trucos e iniciativa para hacer frente a cualquier situación y tuve que ingeniármelas para que nadie me pillase abriendo la puerta a Pérez y que pudiese recoger el diente tal y como la niña esperaba.
A medio vestir las 3 mujeres de la casa y con las prisas de: "llego tarde joder y por encima tengo que suplantar a Pérez" La tensión del momento era estupenda para ser las 7 y media de la mañana.
En fin, que Pérez llegó a casa mientras las niñas se lavaban la cara (si es que los ratones se cuelan y apenas los ves...) y terminó su tarea llevándose el diente de leche y dejando caramelos, una tableta de chocolate negro (chocolate de verdad del que le da su abuela materna...Dolca creo que se llama) y un par de eurillos para chuches y la peque encantada.

Había concluido el "Gabinete de Crisis" y la prueba a mi ingenio y paciencia estaba superada con creces (y me sentí tan bien....)sé que hace tiempo no actuaría así, no sé.... Si contigo aprendí... Sin ti ¡Ni te cuento!
Ahora entiendo, ahora por fin entiendo tantas cosas, tantos momentos que una se pierde en los enfados, en los lloros, en las lamentaciones...¡Total ¿Pa´qué? ¡ TOTAL PÁ NADA!
Y sólo por eso, por aprender a tomar la vida como viene y seguir adelante sin enfadarme, sin hacer pagar a nadie mis frustraciones (a veces con los que uno más quiere) y buscando soluciones en vez de perder el tiempo en quejas....Sólo por eso ¡Gracias!

Porque ahora sé que lo importante es que ellas sonrían y que a mi manera, no les falte de nada...Porque siempre quise ser así y no entendía porque no podía y me enfadaba.... Mi más sincera admiración por esas personas que saben afrontar los pequeños reveses de la vida y siempre llevan una sonrisa puesta en la cara.
Y tengo en mente a varias personas que eran felices pese a tener un montón de problemas y yo pensaba: ¿Cómo puede ser tan buena persona con las putadas que le ha hecho la vida? Los admiraba...
Compañeras de trabajo con hijos bastante enfermos que todos los días sonreían en la oficina e incluso cantaban, uno de mis antiguos jefes, siempre sonriendo y de buen humor pese a las ostias que le dio la vida ¡ nunca jamás puso una mala cara!
Pues sí, "no es feliz el que más tiene sino el que menos necesita" (ahora lo entiendo) y ya sólo sufriré por cosas que me afecten o de las que dependa mi vida, pero sufrir porque fulanito no te escribe o porque no te invita a su fiesta, o porque la vida no es como tu querías... ¡Ni de broma vuelvo a sufrir por eso!
Y sí, "contigo aprendí" mucho, pero sin ti ¡Ni te imaginas!
