Otra vez recomendando un libro de Francesco Bonami. Parece ser que la fórmula que utilizó para Potevo farlo anch'io le ha funcionado y sus libros se venden como churros en Italia. Aunque se parezca al anterior no puedo evitar recomendarlo, de nuevo parte de la misma premisa, desmitificar el arte contemporáneo y hacerlo llegar al público. Para ello recurre a algo poco habitual en el mundo del arte: se atreve a decir con voz bien alta quién es un verdadero artista y quién no. Habrá quien disienta de su opinión, pero al fin y al cabo el sentido crítico se desarrolla disintiendo, que aburrido es que todo el mundo ofrezca la misma lectura u opinión de algo.
Yo estoy harta de leer artículos en los periódicos que lo único que hacen es reproducir los comunicados de prensa que envían museos, galerías etc... todos acabamos copiando las mismas palabras para describir cierto artista, es muy difícil encontrar alguien que hable con franqueza y en un tono más bien distendido y no de sabio comisario. Francesco Bonami se atreve a hacerlo, puede hacerlo por que tiene un conocimiento de causa total y absoluto. En Si Crede Picasso nos desvela uno por uno, aquellos artistas (todos de renombre y encumbrados) que se creen un Picasso, símbolo máximo del artista por excelencia. Bonami no deja títere con cabeza, a estas alturas no sé si le deben quedar muchos amigos en el sector, pero yo como lectora le agradezco su sencillez, sinceridad y sobretodo buen humor. Siempre justifica sus opiniones de tal forma que te acaba convenciendo. Según él, Bruce Nauman le da mil vueltas a Bill Viola cuya obra, rascando, rascando, está más vacía de contemporaneidad que Cine de Barrio. Julian Schnabel, Jim Dine o Jaume Plensa (aquí totalmente de acuerdo) son algunos de los "farsantes "que nos quieren hacer comprar lo que no es. También advierte de los que, empezando bien, se dejan seducir por las mieles del sistema en detrimiento de la calidad del contenido de sus obras, como Gabriel Orozco. En fin, un libro sin pelos en la lengua, de alguien que sobre arte sabe un rato y que nos anima a mirar con verdadero ojo crítico el arte de nuestro tiempo.