Si hoy es domingo, esto es Finlandia

Si hoy es domingo, esto es Finlandia. Y si esto es Finlandia, la ultraderecha tiene ante sí un día grande porque los finlandeses se han unido al carro del discurso simplista e individualista de pretender salvar los trastos mientras todo se hunde a su alrededor. No es cuestión de ser finlandés o checo, es cuestión de cultura. Como se despisten, van a tener a la ultraderecha ampliando su espectro. Y eso pasa allí y en Suecia, Francia, Holanda, Dinamarca, Italia… Con la ultraderecha avanza el discurso insolidario, intolerante y demagógico contra la inmigración, contra el otro, causante de todos los males como el paro o la inseguridad. De ahí a la guerra y a la limpieza étnica hay un pequeño paso. La crisis ha calentado los hielos que la mantenían intacta desde la época de las cavernas.

En España, aun con la crisis pegando fuerte y sin tregua, no hay un partido de esa índole, al menos no a la vista, pero el discurso flota en el ambiente, aun sin líder que lo aglutine a la manera de los predicadores vociferantes del resto de Europa. Pero el riesgo existe y es que ya sólo nos acordamos de Haití, de Indonesia, de Costa de Marfil, del Congo o de Japón (en Finlandia, por ejemplo, las encuestas no reflejan ningún eco del desastre nipón) si nos ponemos una nota en la puerta de la nevera o una alarma en el móvil. Si esto es Finlandia, hoy es domingo y empieza Semana Santa.

Ayer hizo 122 años del nacimiento de Charles Chaplin. Pagó la irreverencia y la crítica al capitalismo con el exilio a una Europa muy diferente de la actual, que apenas empezaba a soñar con el estado de bienestar. Chaplin compuso This is my song para su última película, La condesa de Hong Kong.