Muchas veces no coincidiremos con las opiniones ni creencias de todos, sin embargo el respeto debe de darse como consideración a la otra persona y a ti mismo. Al respetar las creencias ajenas y siendo consciente del respeto que tienes a las tuyas, no verás con ojos para juzgar sino con criterio para entender y considerar que el mundo donde vives es completamente heterogéneo y es más entendible compartir una opinión o creencia que imponer a la fuerza.