Revista Espiritualidad

Si tienes dudas: organiza un cajón

Por Valedeoro @valedeoro

Vaciando el contenido de la farmacia personalSi tu mesa es un desastre, difícil concentrarte. Si tu cocina está de patas arriba, es imposible que puedas disfrutar de las tareas en la cocina. Y si parece que por tu armario haya pasado un huracán, te da la sensación de que no tienes nada para ponerte. Entender los beneficios de organizar estos lugares para tu día a día es bastante lógico (aunque llevarlo a cabo puede ser una cuestión completamente diferente). Resulta que también funciona al revés.

Lo que tu cerebro y el último cajón de la estantería tienen en común

Tu cerebro es una máquina impresionante. Consigue procesar un montón de información para asegurar que puedas sobrevivir en este mundo tan complejo. El reto es que la información casi nunca llega de forma ordenada. Tienes una idea para el próximo fin de semana, recuerdas que querías comprar arroz, el próximo martes querías entregar aquella propuesta y todavía están pendientes 3 entradas para el blog. Además habrá que sacar tiempo de donde sea para hablar con tus padres, decidir si realmente quieres empezar con este phd y recoger el perro de la peluquería. Mientras todo eso sucede te sientes estresada y no sabes ni por dónde empezar. Y al igual que el cajón de la estantería mantienes muchísimas ideas en tu cerebro, sin darle el espacio que se merecen a ninguna de ellas (también llamado multitasking).

Cambiando el agobio de las tareas por el agobio del cajón

El problema no es que no sepas lo que tienes que hacer, el problema es que hay demasiadas cosas y a la hora de priorizar te colapsas. Tienes 15 listas de tareas distintas en 15 lugares diferentes. Con tan solo pensar en el hecho de sentarte con un papel en blanco para anotarlo todo en un solo lugar te asustas. Parece que no tienes estos 30 minutos ya que podrías “aprovecharlos para hacer otras cosas”.

Así que hazlo: haz algo diferente. Escoge este cajón que hace meses que no miras para organizarlo. Saca todo el contenido en medio de la sala, siéntate en el caos y decide para cada cosa si merece la pena quedártelo y dónde tendría que ir. Eso sí, mientras organizas este cajón, ten a mano un papel y un lápiz para todas las otras tareas que vas a recordar mientras organizas el cajón. Tu mente se podrá centrar en una tarea concreta de baja intensidad y empezará a recordarte todo lo que tienes pendiente todavía. Un autoengaño muy eficaz para salir del terror de la hoja en blanco.

Menos caos – menos estrés mental

La felicidad del fondo del armario tiene su fundamento. Tu entorno te influye mucho más de lo que quieres admitir. La creatividad fluye mucho mejor si puede desarrollarse a partir de un entorno estructurado. Así sabrás que el caos es fruto vivo de un proceso creativo en vez de la energía estancada llena de pereza e inactividad. Y teoría aparte: es mucho más satisfactorio organizar un cajón y disfrutar del resultado colateral de nuevas ideas y energías, que agobiarte por todo lo que podrías haber hecho durante el tiempo que miraste una lista de tareas por hacer.

Así que: si tienes dudas, organiza un cajón. A lo mejor te puede dar la inspiración que te faltaba.


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