"Estás a punto de empezar a leer la nueva novela de Italo Calvino, Si una noche de invierno un viajero."
¿Acaso no os ocurre que, cuanto más a la moda vestíais hace diez-veinte-treinta años, más antiguos se os ve en las fotos? Sucede con muchas cosas que escaparon de lo clásico, también con los libros, y podría haberle sucedido a Calvino después de publicar en 1979 "Si una noche de invierno un viajero", una novela que para muchos representó la posmodernidad en la literatura (véase la wikipedia).
Estamos estrenando 2014 (por cierto, feliz año a todos) y la novela de Calvino sigue siendo recibida con el mismo perímetro de brazos abiertos. Su peculiar y particular juego sigue gustando, no nos parece algo "tan moderno que está desfasado" y, si tienes la suerte de no saber nada sobre el argumento de la novela, te sorprenderá igual que lo hizo con el lector de hace 35 años.
La razón de que estas cosas pasen, de que sigamos considerándola una novela y no un libro recomendado para aprender o estudiar literatura, es porque, a pesar de su continuo movimiento de fichas entre los comienzos de diez novelas distintas, apela directamente a la figura del lector. Y eso, a pesar de los cambios de formatos y de corrientes literarias, es algo que se mantiene inamovible. El gran lector recuerda con mucho cariño ciertos libros, tiene en la cabeza grandes obras pendientes y vive como nadie esos momentos en los que en el mundo solo quedan él y su lectura. Es a él a quien "Si una noche de invierno un viajero" está enteramente dedicado, el que mejor lo va a entender y el que más pequeñas sonrisas dibujará.
Espero que todos disfrutemos de buenas lecturas como esta durante el nuevo año.