Revista Cine
Sicario (Denis Villeneuve, 2015. EEUU): la frontera entre los Estados Unidos y México a principios de este siglo y la (inacabable e imposible de ganar) guerra contra el narcotráfico son el sustrato del quinto, espeluznante y fascinante film del realizador de Enemy, quien ha vuelto a demostrar que, cuando hay un buen director detrás de un proyecto, el guión no es que deje de importar, pero sí pasa a un claro segundo plano. Villeneuve construye un thriller aterradoramente modélico, intensísimo sobre todo en una primera media hora primorosa y un último acto especialmente doloroso, gracias a la tensión que adquiere su manera de dirigir, ejemplarizada en una magnífica composición de los planos, su atmosférica banda sonora, su buen gusto a la hora del montaje y de mover la cámara (atención al tramo del film donde se entra en México para capturar a un jefe del narcotráfico y volver a los Estados Unidos) y la interpretación, en este caso la de un terrorífico Benicio del Toro. Un relato criminal donde Villeneuve decide, con abrumador acierto, que los momentos especialmente violentos no sean mostrados sino sólo escuchados y/o intuidos. Uno de esos escasos triunfos con los que el cine norteamericano, ya sea tanto el de Hollywood como el de sus márgenes, nos obsequia.