
-Alberto Raposo Pidwell Tavares (Al Berto)-
Los que tienen un nombre y nos llaman
un día pierden peso, se vandéjanos inclinados al abandonodentro de un dolor inútily vorazarchivamos el amor en el abismo del tiempoy más allá de la piel negra del fastidionos sentimos vivosel ardiente pasajero de las arenas - el viajeroque irradia un olor a violetas nocturnasluego encendemos una llama en los dedosnos despertamos temblorosos confundidos - la mano quemadacerca del corazóny nada más se mueve en la centrifugadode los segundos: falta todoni la vida ni lo que de ella queda nos consuelay la ausencia de luz en la madrugaday con la cara aún sucia por el sueño, escuchamosel rumor del cuerpo lleno de dolorasí cuidamos las nubes breves los gestosel invierno, el reposo, la somnolenciael vientoarrastrando las imágenes borrosasde los que amamos pero no volverána llamarnos por teléfono