Mañana día 19 de octubre a las 20:27 hora española, el cometa C2103 A1 Siding Spring alcanzará su máximo acercamiento al planeta rojo.
Pasará a unos 139.500 kilómetros, menos de la mitad de la distancia que separa nuestro planeta de la Luna… y eso es un margen extremadamente pequeño en términos astronómicos, jamás el ser humano ha observado el paso tan cercano de un cometa a un planeta rocoso.
La de mañana va a ser una jornada ajetreada para todos los integrantes de la flotilla de emisarios que la humanidad tiene en Marte. Opportunity y Curiosity han pasado las últimas semanas afinando sus cámaras para intentar captar el paso del cometa. La débil atmósfera marciana les proteje de posibles impactos con alguna partícula de la enorme cola del cometa. No pasa lo mismo con los orbitadores.
Las sondas Mars Reconnaissance Orbiter, Mars Odyssey, MAVEN, Mars Express y Mangalyaan han ajustado sus órbitas para que el paso de la cola del cometa, con restos de hielo y polvo a una velocidad de más de 56 kilómetros por segundo, les coja justo en la cara opuesta del planeta. Marte actuará como escudo de nuestros frágiles robots. Aún así se intentará tomar todas las mediciones y fotos posibles del paso del cometa y de la interacción de su cola con la atmósfera marciana, sobretodo por parte de la recién llegada MAVEN.
Esperemos que las maniobras efectuadas durante las semanas previas sean suficientes para evitar cualquier daño en ninguno de los orbitadores. No andamos sobrados de presupuesto y la desaparición de cualquiera de las sondas sería un duro revés para futuros proyectos en Marte.
Estaremos pendientes de los datos que vayan llegando y de la cobertura que va a realizar la Nasa en directo. Todo lo que recibamos mañana será un “extra” desde el punto científico. Nadie había planeado a las sondas y rovers para esto… pero hay que aprovechar la oportunidad.