Revista Cine
Título original: Seven Psychopaths
Año: 2012
Duración: 109 min.
País: Reino Unido
Director: Martin McDonagh
Guión: Martin McDonagh
Música: Carter Burwell
Fotografía: Ben Davis
Reparto: Colin Farrell, Sam Rockwell, Christopher Walken, Woody Harrelson, Tom Waits, Abbie Cornish, Olga Kurylenko, Gabourey Sidibe
Si todo el mundo aplicara el ojo por ojo, nadie tendría ojos.
A veces se hacen películas destinadas a marcar diferencias y a permanecer en la memoria del espectador. Seven Psychopaths es una de ellas. Si unimos un guión original y sorprendente, un elenco de grandes actores comprometidos con el proyecto y un director consciente de lo que tiene entre manos, el resultado rara vez suele ser decepcionante. Martin McDonagh escribe, dirige y otorga su peculiar punto de vista a esta atípica comedia negra y lo hace de manera notable. Es responsable también de producciones como el cortometraje Six Shooter (2005), ganador del Oscar al mejor corto y la interesante Escondidos en Brujas (2008), película por la que consiguió una nominación para los Oscar al mejor guión. No es de extrañar que Seven Psychopaths consiguiera el premio del público el día de su estreno, en el Toronto International Film Festival.
Sin duda uno de los múltiples puntos fuertes del film es su absorbente argumento. Rehúye de los tópicos y desde el inicio atrapa con fuerza al espectador para continuar in crescendo hasta llegar al hilarante final. Además los diálogos denotan un trabajo extenuante a nivel narrativo. Con persistencia se suceden situaciones repletas de chispa e ingenio, que brindan a los actores una excelente oportunidad de mostrar todo su potencial interpretativo.
Siempre facilita el trabajo de director contar con un repertorio de intérpretes experimentados y realmente buenos. Por supuesto que Colin Farrell, Woody Harrelson, Cristopher Walken o Tom Waits, lo son. Y aquí lo demuestran en cada frase y en cada gesto que recrean. Pero es Sam Rockwell quien marca las diferencias. En el papel de psicópata bienintencionado consigue un gran nivel de naturalidad y una marcada profundidad psicológica.
Marty es un guionista en horas bajas y con serios problemas de alcoholismo, que anda a la búsqueda de la idea genial que le permita escribir el guión de su vida. Su siempre solícito amigo Billy, decide ayudarle a encontrar la inspiración que le falta de la manera más surrealista posible. Arrastrado por Billy, el bueno de Marty se verá envuelto en una espiral de acontecimientos cada vez más estrafalarios.
Entretenida, divertida y también muy humana. La película se mueve sin problemas entre la sátira oscura y los graves conflictos personales. Reúne todos los requisitos necesarios para llegar a ser una obra de referencia. Aconsejable para cualquier amante del buen cine.
Firma: Sergio Bosch.