Revista Religión

Sígueme

Por Frabreum @FRABREUM

Sígueme
PasandoJesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco delos tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. Mateo 9:9.La Bibliaes un libro que llama; una permanente invitación. Desde el Jardín del Edén,cuando Adán y Eva se escondieron del Padre y el Señor llamó: “Adán, ¿dóndeestás?”, hasta el último libro de la Biblia, que termina diciendo “Y elEspíritu y la esposa dicen: ven”.
La Biblia,también, presenta la respuesta de las personas a la invitación divina: muchosaceptaron; otros rechazaron; hubo un tercer grupo, que pos­tergó la decisión.Estos últimos, sin quererlo, pasaron a formar parte del primer grupo: nodecidir es rechazar. El propio Jesús lo declaró: “El que no es conmigo, escontra mí, y el que conmigo no recoge, desparrama”.
Elversículo de hoy presenta el llamado de Mateo. Este hombre fue uno de los quese levantó y siguió a Jesús, sin vacilar. Aceptar la invitación de Je­súsimplicaba cambiar completamente el rumbo de su vida: él tenía una vida cómoda,dinero, empleo y buena posición social. Es verdad que el pueblo lo despreciabapor ser un funcionario público, pero eso no lo afectaba mucho; al fin decuentas, tenía todo lo que el dinero es capaz de proporcionar. Pero, no erafeliz. Tener no significa ser. Puedes tener abundancia de cosas, pero no ser unhombre o una mujer feliz.
Pero, Jesúsllegó a Mateo y le presentó la invitación: “Sígueme”. Y Mateo no lo dudó: selevantó, dejó todo y siguió al maestro. ¿Por qué tanta prisa? Porque Jesús“pasaba”, afirma el texto; Jesús siempre pasa. En realidad, todo pasa en lavida, y las oportunidades también son pasajeras; se van y rara­mente vuelven.Bien, Jesús se iba, pasaba. Le presentó la invitación, lo llamó; pero se iba,continuaba su camino, y Mateo no lo pensó dos veces: se levantó y lo siguió.
¿Hacecuánto tiempo que Jesús te llama y tú postergas la decisión de se­guirlo?¿Cuántas veces más crees que el Señor te va a esperar? Recuerda que Jesús pasa.Y, aunque él te espera, la vida no lo hará; se irá, inexorablemente.
Acaba laprimavera. Llegará el otoño; y después el invierno. Solo que, tratándose de lasestaciones del año, tú sabes que la primavera regresará. Pero, con el corazónhumano no sucede lo mismo: cuando se endurece, se endurece para siempre.
Por eso,hoy, decide hacer lo que hizo Mateo. Recuerda: “Pasando Jesús de allí, vio a unhombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, yle dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió”.
Fuentes: ReflexionesCristianas

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