Tomamos el primer tren, por lo que denuevo nos paramos muy temprano y maleta en mano nos fuimos a Atocha. Queda claro con esto que cuando en esta familia se habla de vacaciones no necesariamente nos referimos a descansar, para nosotros son temas diferentes y más vale que todos llevamos las pilas bien cargadas.
El tren AVE de Renfe, es un buen paseo, es un tren de alta velocidad, cómodo y moderno, y nos permitió disfrutar del paisaje. Como dato curioso, esta ruta lleva 10 años de estar operando y es la de mayor tráfico entre las otras rutas que ofrece el AVE. Les comparto un mapa de la ruta, en verdad no es aburrido, yo viajé sentada al lado de Gabriel y fue fabuloso.
Imagen cortesía Renfe
Al llegar a Barcelona nos dirigimos al hotel ubicado en Carrer de Numáncia, dejamos las maletas en las habitaciones y salimos a explorar otra de las ciudades más importantes e interesantes de Europa. Caminamos algunas calles del área y al llegar a la estación del Metro nos fuimos a La Sagrada Familia. Solo emerges de la estación a la calle y te encuentras con la magistral edificación. Disfrutamos mucho el paseo por la Sagrada Familia, hay miles de personas admirándola al mismo tiempo, hay mucha energía en el ambiente y a pesar del ajetreo y de tener que mirar para todos lados al mismo tiempo porque quieres ver esta magnífica obra, pero también debes tener cuidado de no tropezar a nadie, que no te atropelle un carro, y que no se pierda ningún miembro de la familia entre la multitud, además encuentras momentos para reflexionar mientras se observa las distintas etapas de la vida de Jesucristo plasmadas en esta obra arquitectónica, la Natividad es todo un deleite.
Nosotros posando con la Sagrada Familia al fondo - Foto por Concepción Amaya.
Me encanta tener la oportunidad de llevar a mi hijo Gabriel a jugar en lugares increíbles y en esta oportunidad jugó con otros niños en un parque infantil frenta a Sagrada Familia, también corrió tras unas burbujas gigantes que hacía un joven.
Video por Concepción Amaya.
Nos dió tiempo de sentarnos en un café para hidratarnos antes de seguir adelante. Ese sábado teníamos reservación para almorzar en La Niña de mis Ojos, el restaurante de un cjef cuyo hermano tiene un restaurante que nos gusta mucho acá en Panamá. Confieso que encontrarlo no fue nada fácil, pero sin duda una vez sentados en nuestra mesa, nos dimo un tremendo banquete.
Fotos por Carlos Mata.
Luego de un almuerzo largo, nos fuimos a la Plaza de Catalunya, desde allí caminamos toda la Rambla, admirando ese ambiente artístico y bohemio que la caracteriza. Bromeamos un poco tomándo fotos en el restaurante Amaya que lleva muchos años y siempre decimos que es de mi familia. Cenamos en una de las terrazas que allí se ubican y disfrutamos de una sangría, vimos los mimos y nos fotografiamos con ellos, era la primera vez que Gabriel veía este tipo de personajes, fuimos al Monumento a Colón donde Gabriel y papá intentaron escalar una de las inmensas esculturas de león que lo custodian. Luego caminamos por todo el Paseo de Colón (Passeig de Colom) donde encontramos un parque de niños donde Gabriel disfrutó un rato con otros niños, al caer la noche, la temperatura también cayó notablemente por lo que tomamos un taxi y nos fuimos al hotel. El recorrido en taxi por la Diagonal es todo un paseo ya que se admira la arquitectura de esta ciudad. La Rambla comprende una distancia de 1.2 Kilómetros, sumemos otro tanto del Paseo de Colón, más todo lo que ya habíamos andado por el área del hotel, restaurante y Sagrada Familia, realmente habíamos hecho un buen ejercicio ese día por lo que el descanso estaba bien merecido.
Gabriel con su abuela en La Rambla - Foto por Concepción Amaya.
De solo recordar me siento cansada, por lo que en otro post les sigo contando de nuestro priner paso por Barcelona, ya que más adelante en el viaje regresaríamos.
Saludos!
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