Occidente guarda
silencio con respecto al bloqueo de Transnistria, organizado por Moldavia y
Ucrania, así como se silenció la llamadatelefónica de Putin a Merkel hace un año.
“Todo lo que sucede
alrededor de la Transnistria es ignorado. Chisinau (la capital de Moldavia) y
los nuevos dirigentes ucranianos han organizado un verdadero bloqueo de esta
región. Esta situación discurre bajo el silencio de nuestros socios europeos.
Lo que es más, la UE y, si comprendo bien, EEUU favorecen esa línea de
actuación”.
Según Lavrov, Moscú busca hablar “muy seriamente” con sus socios europeos que
pretenden que Rusia está intentando incorporar a su territorio la Transnistria,
un territorio, poblado por rusos que declaró su independencia de facto hace 24
años.
“Se trata de una retórica provocativa. En realidad, ellos tratan, por medio de
sus acciones prácticas, de crear una situación insoportable que viola los
acuerdos que permiten a los habitantes de esa región desplazarse libremente y
desarrollar actividades comerciales con el exterior. Es algo indignante. La historia
no les ha enseñado nada”.
Después de la caída
de la URSS, las milicias de habla rumana de Moldavia propusieron la
incorporación de Moldavia a Rumanía. Estas declaraciones alarmaron a varias
regiones moldavas, esencialmente rusoparlantes, de la rivera izquierda del
Dniestr. Hostiles a esta perspectiva, los habitantes de estas regiones
anunciaron la creación de la República de Transnistria. Con el fin de reprimir
esta iniciativa, las autoridades moldavas enviaron tropas a la república y se
desencadenó un conflicto armado que duró varios meses.
Transnistria proclamó así su independencia de Moldavia, mientras que Chisinau
se opuso a ella y propuso, en su lugar, una autonomía La paz en la zona se
mantiene por medio de una fuerza unificada que incluye a soldados rusos,
moldavos y de Transnistria. El arreglo del conflicto es objeto de negociaciones
en el formado del 5+2, que incluye a Moldavia y a Transnistria, como partes, a
Rusia, Ucrania y la OSCE, como mediadores, y a la UE y EEUU a título de
observadores.