La Noche de Reyes, la de Difuntos/Halloween, Nochebuena y Nochevieja, todas merecen celebrarse en compañía de familia y amigos, ahora bien, controlando lo que se haga o se diga porque hay un día después, en cambio, en la Noche del Fin del Mundo lo importante es despedirse adecuadamente. Eso nos dicen en esta comedia amarga, que no dramática, a base de diálogos punzantes, conflictos personales y chanzas de las clases pudientes, una especie de vodevil terminal a la mayor gloria de la desaparición de la Humanidad y con semejanzas a la "Melancolía" de Lars von Trier, pero menor grandilocuencia. Cuando todo se acabe que sea así, por favor.
Puntuación @tomgut65: 6/10