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Simbiosis mutualista
El mutualismo es la relación simbiótica idealizada, es aquella en que dos especies A y B entablan una relación mutuamente beneficiosa. El mutualismo puede ser obligatorio o facultativo, en el primero ninguna de las dos especies sobrevive sin la otra, mientras que en el segundo las especies sobreviven normalmente de manera independientes.
A
pesar de lo anterior, en el campo poder determinar un mutualismo puede llegar a
ser complejo. Es fácil establecer relaciones directas entre parejas de
especies, sin embargo muchos mutualismos emplean especies puentes. Para aclarar
esto distinguiremos entre tres tipos de mutualismo.
Mutualismo A recurso
– B recurso.
Es
aquel mutualismo en el que tanto la especie A como ola especie B ofrecen
directamente un recurso vital para su crecimiento acelerado. Aunque muchos
textos la refieren como la más común quizá se debe a que es la más fácil de
determinar ya que no requiere de intermediarios. Un ejemplo típico es el de las
micorrizas.
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Figura SM-01. Las micorrizas pueden ser externas o internas.
Las micorrizas zona asociaciones entre hongos y raíces de las plantas, una modificación de la raíz en forma de nódulos anormales. Estos nódulos permiten la interacción intima de las dos especies, y allí el hongo proporciona nitrógeno orgánico a la planta, y ella a cambio le proporciona al hongo alimento para su crecimiento.
Mutualismo A servicio – B recurso
En este mutualismo una de las especies ofrece un recurso que generalmente es alimento, y la otra presta un servicio. Un ejemplo es la polinización, una especie A que es una planta ofrece néctar y a cambio los polinizadores dispersan su polen.
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Figura SM-02. Un subcaso dentro del mutualismo recurso-servicio es el de los desparasitadores, ellos obtienen alimento "recurso" en forma de parásitos "especie puente" que lastiman a los hospedadores, estos obtienen el servicio de librarse de sus parásitos.
Sin embargo en otras ocasiones se trata de aliviar parásitos y aquí ya encontramos la especie puente. Tenemos tres especies A, B y C. La especie A sufre de un daño generado por la especie B, y la especie C se alimenta de B. En este caso no es una relación directa de C sobre A, pero sigue siendo una simbiosis mutualista. Este mutualismo por desparasitación es muy común.
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Figura SM-03. El segundo subcaso dentro del mutualismo servicio-recurso es el de los polinizadores. Ellos obtienen nectar "alimento" y a cambio dispersan el polen de las plantas.
Mutualismo A servicio – B servicio
El mutualismo servicio servicio puede ser el más complejo de demostrar ya que requiere generalmente de dos especies puente. En este caso tenemos tres especies A, B, C y D.
A es lastimado por B; B es comido por C; y a C se lo come D. Sin embargo D no puede acercarse a A porque puede resultar muerto. En este caso se entabla una simbiosis en que A no lastima a C, de este modo A protege a C en contra de D, y C se come a B para que no lastime a A.
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Figura SM-04. El pez payaso y la anémona.
¿Complejo? ¡Ahora imaginen a una comunidad con cientos de especies que pueden entablar relaciones simbióticas indirectas a través de innumerables especies de puente!
El ejemplo típico de esta relación es el de la anémona y el pez payaso, el pez payaso desparasita a la anémona y esta lo protege en contra de sus depredadores.
Casos humanos, la domesticación.
Por lo general la domesticación de animales por parte de los humanos se puede concebir como un tipo de mutualismo. El perro y el ser humano donde ambos participaban de la caza y luego del pastoreo repartiéndose los beneficios.
El ganado y el ser humano, en la que a pesar de que los humanos cobramos la vida de algunos ejemplares, siempre se mantienen protegidas el grueso de las poblaciones contra otros depredadores más avariciosos.
Todas las plantas de cosecha son extremadamente dependientes de los cuidados y mimos de sus agricultores, sin ellos las especies silvestres simplemente las asfixiarían en pocas generaciones. PRINCIPAL
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