Simpatía:
El anciano en el metro observaba a una joven pareja, besándose y rebesándose sin noción del tiempo ni del lugar.
Callado, tímido y casi sonriendo, se alegraba de ver a los dos locos tórtolos disfrutando su primer amor como si de ello dependiera el mundo.
Empatía:
El anciano en el metro observaba a una joven pareja, besándose y rebesándose sin noción del tiempo ni del lugar.
Callado, discreto y dichoso, recordaba su primer amor adolescente y sentía la felicidad profunda que estaban viviendo en ese momento los dos enamorados.
Antipatía:
El anciano en el metro observaba a una joven pareja, besándose y rebesándose sin noción del tiempo ni del lugar.
Callado, serio, furioso por dentro, pensaba ¡Qué vergüenza! Cómo se podía consentir semejante espectáculo, los jóvenes de ahora no conocen la decencia.