Revista Espiritualidad

Sin humanidad

Por Chocobuda
Sin humanidad

Foto: El Universal. http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/109636.html

El día de ayer en las noticias leí esta noticia:

Muere de infarto en banco y nadie se mueve de la fila

Y me quedé helado.

Un hombre que está viviendo su vida, llega al banco para realizar alguna operación, se lleva las manos al pecho y se desploma porque está teniendo un paro cardiaco. Justo ahí su corazón decidió jugarle la peor de las bromas.

Y nadie de las muchas personas que estaban en el banco, se mueve. Lo miran como él tiene espasmos en el suelo y nadie quiere perder su lugar en la fila. Sin recibir ayuda, rodeado de personas indiferentes, el hombre muere.

El personal del banco tampoco se mueve, a pesar de que su trabajo es mantener contentos a los clientes… y, ¿qué mejor que mantener vivo a un cliente para que esté contento de seguir llevándoles negocio?

Esto sucedió en el sur de la Ciudad de México y me hizo pensar mucho en cómo llevamos nuestras vidas.

Estamos tan llenos de ocupaciones, y tan llenos de nosotros mismos que no estamos dispuestos a ayudar a nadie, aunque la vida dependa de ello.

Y es que para ayudar a este hombre no se necesitaba más que llamar a una ambulancia por cualquier teléfono, en una época donde todos tenemos teléfonos móviles. De verdad es absurdo.

Ninguno de los clientes del banco se movió de su lugar en la fila y a nadie le importó que alguien estuviera muriendo ante sus ojos.

¿Tan poco vale la vida, que no nos podemos tomar la molestia de acercarnos a alguien que lo necesita?

¿Cómo es posible que usemos el teléfono móvil para escribir “Estoy tomando café” en Twitter, pero no podamos usarlo para  llamar a un número gratuito de emergencia y salvar la vida de alguien?

Es absurdo, ilógico y es muy, pero muy triste que vivamos en el tiempo de la conexión, de las relaciones sociales ubicuas y que nos preocupe más un trámite que una vida.

Por supuesto, no conocí al hombre que murió. No sé su nombre. Pero su vida era igual de valiosa que la tuya y que la mía. Creo que este tipo de situaciones TIENEN que hacernos aprender y ver los errores que estamos cometiendo como sociedad.

Estamos perdiendo la humanidad poco a poco, pero estoy seguro de que podemos contrarrestar el daño por medio de la generosidad y del amor gentil hacia los demás.

Es algo para pensar por mucho tiempo.

¿De verdad quieres vivir en un mundo así?


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