Situación A. Asalariado. Requisitos mínimos: Licenciado en cuatro o más carreras con inglés, alemán, francés, italiano y austrohúngaro. Máster en diversas áreas de la vida. Experiencia de cinco años o superior demostrable. Deseable: recomendaciones de todos tus anteriores jefes, carné de conducir A, B, C y D, vehículo propio y alta en la Seguridad Social como autónomo. Salario: 10.800 euros brutos anuales.
Situación B. Becario de la administración pública o la empresa privada. Requisitos mínimos: Licenciatura o diplomatura, cuantas más mejor, que da puntitos. Idiomas, muchos, aunque el presidente del Gobierno habla solo en español. Experiencia en la administración o años en la empresa privada. Publicaciones oficiales y otras chalanearías. No cotizarás. No estarás dado de alta en la Seguridad Social y no tendrás derecho a paro ni a pataleo. Acatarás, agacharás la cabeza, trabajarás como cualquier empleado y te tratarán de forma indiferente. Paguita a negociar.
Esta es la realidad con la que solemos encontrarnos los jóvenes españoles a la hora de competir por un puesto de trabajo. Luego, mientras te explotan como a un animal, esta miserable sociedad te intenta convencer de que si no tienes una vivienda en propiedad no has conseguido nada en la vida. Así que la mayoría se mete en vivienda que no pagarán en su puta vida.
Básicamente los jóvenes estamos pagando la crisis que han generado otras generaciones. Pagamos la crisis de los banqueros, la de los políticos corruptos, la de los empresarios sin escrúpulos. Pagamos la crisis de una generación de gentuza neoliberal que nos pide apretarnos el cinturón y trabajar más para ganar menos.
Y por todo esto salieron ayer los jóvenes a las calles en varias ciudades de España. Juventud sin FUTURO : “Sin casa, sin curro, sin pensión, sin miedo”. Yo no pude ir. Estaba en una de esas entrevistas en las que piden mucho y te ofrecen muy poco. Esto no puede seguir así. El otro día vi a alguien llorar y no sabía porqué.