All quiet on the Western front (Lewis Milestone, 1930. EEUU): un demasiado prestigioso film antibélico, pese a que en su día sería todo un acontecimiento. Su excesivo tono didáctico juega en su contra y la posterior Senderos de gloria la desbancó como piedra angular del cine pacifista, aunque la exquisitez de su montaje y la elegancia visual de la cual hace gala la convierten en una obra a tener muy en cuenta en los años del paso del silente al sonoro, donde no hay lugar para la ambigüedad, así como tampoco para la esperanza. Todo es desilusión. Pero Kubrick lo reflejó mejor.