(Divertimento primaveral)
7 de marzoHace unos días, mientras me duchaba, ocurrió algo inexplicable: empecéa volverme transparente.Cuando abrí el grifo y el agua empezó a llevarse la espuma, me di cuenta de que debajo no estaba mi cuerpo. Bueno, sí estaba, porque lo notaba, podía tocarlo; pero se confundía con el agua, sólo se percibía el contorno. Parecía una de esas estatuas de hielo. Y a continuación, poco a poco, fui desapareciendo del todo. ¡Me volví invisible! Pero después, durante la tarde, fui reapareciendo. 18 de marzoCuando era pequeño vi una película sobre un hombre invisible, y desde entonces siempre pensé que me gustaría ser invisiblepara dedicarme a salvar el mundo. Me colaría enlas reuniones de los maleantes, me enteraría de sus planes y se los echaría a perder. Les quitaría las armas, las drogas o lo que fuera, y mandaría cartas a la policía para que los pillaran. Me sentaríatranquilamente en los despachos de los corruptos, sin que nadie me viera, y escucharía sus conversaciones, y luego mandaría toda la información a los periódicos. El caso es que creo que ahora estoy cerca de poder hacer realidad todo eso. He estado recordando detalles y ya sé a qué se debió que me volviera invisible. El día 7, antes de la ducha, me había tomado un yogur de piña, que, según vi después, llevaba varios días caducado. Y luego, al ducharme, usé un gel de una marca nueva. Pensé que la combinación del yogur caducado con algún componente del gel había producido el sorprendente fenómeno en mi organismo, así que hice una prueba. Me tomé otro yogur caducado y después me duché, y voilá, como dicen lo magos: volvió a ocurrir exactamente lo mismo.O sea que ahora puedo volverme invisible a voluntad. El efecto sólo dura unas tres horas al día, pero creo que si aumento las dosis de yogur durará más. El yogur tiene que ser de piña, he comprobado que con otros sabores no funciona; y el gel tiene que ser el de la marca nueva.26 de marzoMis experimentos de estos díashan dado el resultado que yo esperaba. Si me tomo dos yogures antes de ducharme, la invisibilidad me dura seis horas. ¡Seis horas cada vez! Tiempo suficiente para llevar a cabo mi sueño de convertirme en justiciero. Y si me hace falta más tiempo me tomo tres yogures. 30 de abrilYa he empezado a sacar provecho de mi invisibilidad. Por ejemplo, me cuelo en las cocinas de los restaurantes, ysin que nadie me vea, me zampo lo que se me antoja. Me cuelo también en los conciertos, y, si quiero, hasta me subo al escenario. También he ido de viaje por todas partes, en primera, claro… Pero todo esto es sólo para practicar. Dentro de poco empiezo a salvar el mundo.