Lo sabemos desde el mismo inicio de la enfermería como profesió: el correcto descanso "cura".
Si analizamos el concepto de descanso no cabe duda de que el ruido es uno de los elementos que lo perturba; no en vano está reconocido como una contaminación; quizás una de las más molestas y si no que se lo pregunten a las personas que viven en las cercanías de aeropuertos o de instalaciones industriales.
El ruido es un factor a tener muy en cuenta a la hora de asegurar el descanso de los pacientes en los centros de atención y uno de los principales focos de conflicto y reclamaciones entre pacientes y acompañantes.
Incluso en entornos en los que el paciente no está "bajo cuidado" directo de los profesionales (Salas de espera de consultas de AP o hospital) el ruido condiciona nuestra respuesta a los usuarios u otros profesionales.
Durante mi anterior etapa en el "lado oscuro" me resultaba un poco decepcionante ver como una y otra vez tenía que acudir a mediar en conflictos entre pacientes y acompañantes por causa de diferencias en la apreciación del ruido y el escaso o nulo respeto que alguna gente muestra por el descanso de los demás.
Pero tampoco podemos dejar de lado que nuestra propia rutina genera de forma continua ruido... y no me refiero sólo a los entornos "non stop" como la UCI o Urgencias sino a las unidades de hospitalización o las residencias y centros sociosanitarios.
¿Qué estrategias podemos emplear para "aprender" a ser menos ruidosos? ¿Hemos identificado las tareas y elementos que generan más ruido en los horarios menos oportunos? La literatura científcia nos puede ayudar a responder estas incógnitas y pronto tendremos muestras de ello...