Por Ezequiel Tena
La señal [que debería ponernos a todos en alerta máxima] de que el socialismo se ha convertido en el peligro más grande que se cierne sobre Europa y sobre los europeos es la idea de que todo discurso que disienta del proclamado por el establishment debe ser censurado. Se ha trabajado agresivamente en el despliegue de una ingeniería social que ha destruído en gran medida o en mucha gente el raciocinio, el sentido común y el espíritu crítico. La alianza entre PSOE y PP en el parlamento europeo representa el entreguismo de las élites europeas a las políticas suicidas de sus promotores. La traición a los europeos es evidente y, estoy seguro, lo será cada día más. Los ciudadanos hemos sido minorados a rango de siervos; un paso intermedio en el camino hacia el ser esclavos. Los mecanismos de control del poder: ¿Dónde están? ¿Dónde quedaron? Convenientemente dotados de inmunidad los gobernantes han mutado en tiranos. Al servicio de sus Amos. El discurso para el que han sido programados ha devenido en verdad absoluta. Esta Roma sí paga traidores. Va calando la idea de que es 'discurso de odio' todo razonamiento que no derive de sus premisas maniqueas ni siga las pautas de su canon; y de que somos fascistas todos los que no acatamos el discurso único. Ten valor, no construyas el Gulag.
Que desde 2008 (al menos) el PP practique el seguidismo del PSOE es lo que ha permitido este estado de cosas. Se puede engañar mucho tiempo a mucha gente, pero no se puede engañar todo el tiempo a todo el mundo. El mismo Ninot Indutat, señor González Pons, anunció ufanamente en uno de sus estertores eyaculatorios, que en Europa el PP iba de la mano del PSOE. ¿Qué más quieres, votante?
Sin ti nada cambiará. Sin ti no regresarán la cordura, el sentido común, el progreso. Sin ti nunca se abrirán las ventanas para que corra el aire de la libertad. Sin ti no serás tú. Muchos creemos que ya va siendo hora (¡Han pasado al menos 16 años, carajo!) de que el común de los mortales conservadores se aperciban de la decepción sistemática de sus aspiraciones. ¿Que no somos simpáticos? Porque no nos conocéis; porque hasta ahora habéis confiado en el dicen y dicen. Pues, amigo o amiga,si dicen que dizan, que ya eres mayor.