Muchas veces la gente me pregunta, recrimina o se ríe de por que les cuento la verdad de
Pero para mi es muy importante y he conseguido que mis hijos lo sepan.
Sinceridad ante todo, con nuestros hijos y con nosotras mismas.
Hace unas semanas me vi en la tesitura de estar en la mesa, entre mis dos hijos animando a uno a comerse el puré el solo (cuando una comida no le gusta, dice que no se atreve probarla y me pide que se la de yo) y a la otra a que me dejase dárselo a mi por que teníamos mucha prisa.
Mi hija inició el siguiente dialogo:
-Yo tola mami, yo tola!!
-Tu sola no, que tenemos prisa.
-Y po qué?
-Por que no puedes.
-SI pedo.
-Nooo, y dejame dártelo ya, que no llegamos.
-No pedo yo tola mami? soy muy tititina y no pedo?
Me quede pensando unos instantes y me dí cuenta de que estaba generándole confusión a mi hija, por que la realidad era que ella podía comer sola de sobra independientemente del hecho de que tuviésemos prisa y por tanto, la que NO PODÍA dejarla comer sola era yo y entonces se lo dije tal cual:
-Si hija, tu solita PUEDES, soy YO la que no puede dejarte hacerlo ahora, por que no tengo tiempo.
Y entonces dejó sus manitas encima de la mesa mientras yo le daba su cucharada de puré y tranquilamente me respondió:
-Ah, vale.
Se acabó, no siguió intentado coger la cuchara y yo le prometí que en la siguiente comida la dejaría a ella solita.
Por suerte, mi hija es una niña muy perseverante y no tiene ningún problema en insistir sobre lo que quiere, tiene las ideas muy claras, pero me esta situación me hizo reflexionar, que muchas veces, sin darnos cuenta les mentimos o no somos sinceros del todo y les llevamos a conclusiones erróneas.
Así que, seamos sinceras con ellos y con nosotr@s mism@s.
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