En el blog anterior vimos el “síndrome de burnout” o “síndrome de estar quemado en el trabajo” como una forma de estrés laboral intenso, que produce síntomas muy negativos y desagradables para la persona que lo sufre. Pero, ¿qué consecuencias tiene? ¿qué se puede hacer cuando identificamos que estamos ante este problema?
En este blog se pretenden dar respuestas para poder resolver la situación cuanto antes y que no se produzcan consecuencias mayores a largo plazo.
¿Qué consecuencias puede presentar el burnout?
El burnout sufrido durante un tiempo prolongado puede producir dificultades a otros niveles. Entre los problemas más probables encontramos:
- Niveles de estrés intensos y elevados.
- Fatiga.
- Insomnio.
- Depresión.
- Problemas de ansiedad.
- Alta vulnerabilidad ante el abuso de sustancias.
- Deterioro cardiovascular.
- Colesterol alto.
- Diabetes.
- Obesidad o pérdida de peso.
- Úlceras.
- Dolores musculares.
- Migrañas.
- Alergias.
- Asma.
Por todo esto, es fundamental poner remedio para que estos problemas no crezcan o vayan a peor.
¿Y qué podemos hacer para resolverlo?
Para poder hacer frente a la situación, lo primero es aceptar lo que te está pasando, y contemplar claramente la opción de que es algo que se puede solucionar. Para ello, se pueden seguir algunos consejos:
- Cuida de ti mismo. Aprende a detectar donde están tus límites y a respetarlos. Así, al identificar las señales, se podrá atender a ellas y que no generen más malestar.
- Pon bien los límites entre tu trabajo y tu vida personal. De este modo, al separarlos, podrás dedicar un tiempo a cada cosa y no abusar de una u otra parte.
- Evalúa tus intereses y motivaciones. Bien porque no gusta el trabajo, o bien porque ya no se está contento con lo que antes sí gustaba, es conveniente ver qué cosas te van motivando y redirigir las metas en función de tus intereses.
- Trata de tener una actitud positiva. Aunque haya cosas con las que no se esté contento, es necesario buscar los aspectos positivos o las cosas agradables del trabajo.
- Haz deporte. La actividad física es muy recomendable para aliviar tensión y estrés.
- Busca apoyo de tu gente. Tu familia, amigos y compañeros, no solo suponen una fuente con la que desahogarte, sino que también pueden proporcionarte valiosos consejos para afrontar las situaciones.
- Aprende a decir que no. Cuando estés saturado, habla con tu supervisor, o dile que no ante más carga de trabajo que te quiera imponer.
- Respeta tu ritmo de trabajo. Que no sea excesivo, respetando las pausas de comida, descansos, etc.
Si con todo esto, aún persisten los problemas, habrá que buscar ayuda más especializada que pueda contribuir a solucionar la situación.
¿Cómo es el tipo de intervención?
La intervención tiene que incluir:
- Intervención de tipo individual. Para trabajar con todas las variables psicológicas que puedan estar implicadas en el problema como la autoestima, las estrategias de afrontamiento, la motivación, etc.
- Intervención de tipo social u organizacional. Para ocuparse de las variables propias del contexto laboral y poder incidir en las condiciones de trabajo. Es decir, ver la manera de negociar aquellos aspectos propios de la empresa para que la persona se encuentre mejor y disminuir el malestar.
La entrada Síndrome de Burn Out (Parte 2) se publicó primero en Centro de Psicología Psiconet.