Revista Remedios

Síndrome de fatiga crónica

Por Gabriel Giner @esaludcom

El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad caracterizada por un estado de cansancio profundo que se prolonga durante al menos seis meses, y que en ningún caso mejora con el descanso. La sensación de fatiga extrema habitualmente interfiere de forma negativa con las actividades cotidianas, como el trabajo o las relaciones sociales.

Los síntomas propios de esta enfermedad en un alto porcentaje de casos se vinculan a otros trastornos, razón por la cual el 90% de los casos de síndrome de fatiga crónica que se dan a nivel global no han sido diagnosticados. Los estudios señalan que se trata de una enfermedad que afecta a entre 15 y 30 millones en todo el mundo, la gran mayoría mujeres.

¿Qué es el síndrome de fatiga crónica?

Se conoce como síndrome de fatiga crónica a un trastorno grave que afecta en gran medida a distintas funciones del organismo, e incluso impedir que la persona pueda realizar sus actividades cotidianas.

El principal síntoma que caracteriza a este trastorno es la fatiga y el cansancio, los cuales se sienten de un modo extremo. Ni siquiera se alivian con periodos prolongados de descanso. En un alto porcentaje de casos dichos indicios se acompañan de otros como dificultad tanto de atención como de concentración, náuseas y mareos.

Se trata de una enfermedad que puede afectar a todo el mundo, incluidos los niños y adolescentes. No obstante, es más frecuente en personas de entre 40 y 60 años, afectando especialmente a mujeres.

Causas

A pesar de las numerosas investigaciones que se han realizado para esclarecer cuáles son las causas del síndrome de fatiga crónica, todavía no se conocen a ciencia cierta. No obstante, los expertos coinciden que existen tres factores de riesgo que pueden llevar a una persona a desarrollar esta enfermedad.

Infección

Determinadas infecciones, como el sarampión, o el virus Epstein-Barr, responsable de la mononucleosis, aumentan de forma notable el riesgo de padecer este trastorno.

Sistema inmune debilitado

Todas aquellas condiciones que debiliten el sistema inmune, como las alergias o el VIH incrementan el riesgo de desarrollar el síndrome de fatiga crónica.

Estrés

El estrés es una de las principales enfermedades del Siglo XXI, el cual afecta tanto a niños como a adultos. El estrés puede derivarse de diferentes ámbitos, como el laboral o el personal, entre otros. De no tratarse en el corto plazo de forma adecuada, puede dar lugar a enfermedades de salud de carácter grave, como el síndrome de fatiga crónica.

Síntomas del síndrome de fatiga crónica

Síntomas del síndrome de fatiga crónica

Tal y como hemos señalado, el principal síntoma que acompaña a esta enfermedad es la fatiga y el cansancio, los cuales no se alivian ni siquiera tras un periodo de descanso. La sensación de agotamiento es extrema, e incluso en algunos casos llega a tal punto que la persona es incapaz de levantarse de la cama por las mañanas.

Dicho estado de fatiga por lo general lleva a una pérdida de memoria a corto plazo, así como a una cada vez mayor dificultad tanto de atención como de concentración.

Otro de los indicios propios del síndrome de fatiga crónica es la inflamación de los ganglios linfáticos del cuello o las axilas. El dolor articular y muscular generalizado es un síntoma que se presenta también con frecuencia.

Y, por último, destacar el dolor de cabeza, el cual se presenta de manera muy intensa y, además, duradera en el tiempo.

Un conjunto de síntomas que, si bien es cierto que no revisten gravedad, sí perjudican de forma notable la vida personal, profesional y social de quien padece este trastorno.

Diagnóstico

Ante los síntomas descritos en el punto anterior resulta recomendable acudir al médico para que establezca el diagnóstico adecuado y determine el tratamiento a seguir.

En primer lugar elabora la historia clínica del paciente, teniendo en cuenta los indicios que presenta. Además, valora otros factores como la presencia de cualquier tipo de enfermedad que pueda dar lugar a esa sensación de cansancio extremo, o la administración de medicamentos que causen el síndrome de fatiga crónica. También estudia si el paciente presenta algún tipo de trastorno mental como la depresión.

En caso de que lo considere conveniente, el médico recomienda al paciente la consulta con un terapeuta, quien se encargará de determinar la forma en que los síntomas del síndrome de fatiga crónica afectan a su salud mental; para ello analiza factores como la memoria, la personalidad…

Tratamiento del síndrome de fatiga crónica

Tratamiento del síndrome de fatiga crónica

Hasta el momento no existe ningún tipo de tratamiento específico para combatir el síndrome de fatiga crónica. El médico puede recomendar la administración de determinados medicamentos para aliviar algunos de los síntomas propios de esta enfermedad, como el dolor de cabeza o el dolor muscular y articular.

Por lo general, se recomienda realizar una serie de cambios en el estilo de vida, los cuales pueden resultar de gran ayuda para revertir la situación y mejorar el pronóstico en el medio y largo plazo.

La práctica de ejercicio físico resulta de lo más aconsejable ya que aumenta los niveles de energía tanto a nivel físico como mental y, además, genera una gran sensación de bienestar. Por supuesto, la actividad deportiva debe ir acompañada de un plan de alimentación equilibrada y saludable. Los médicos coinciden en que aquellas personas con el síndrome de fatiga crónica deben evitar las comidas demasiado abundantes, así como los alimentos procesados, el alcohol y la cafeína.

Y, por último, teniendo en cuenta que el estrés es una de las causas más habituales de esta enfermedad, es conveniente reducirlo en la medida de lo posible y llevar un estilo de vida lo más calmado y relajado posible.

Complicaciones

Existen una serie de complicaciones vinculadas al síndrome de fatiga crónica que resulta interesante conocer.

Una de las que se da con mayor frecuencia es la depresión. Hay que tener en cuenta que la persona es plenamente consciente de su situación y de todo lo que implica esa sensación de cansancio extremo. Así, si esta situación se prolonga en el tiempo existe un cierto riesgo de que la persona en cuestión desarrolle una depresión; una enfermedad mental caracterizada por un sentimiento de tristeza profunda que da lugar a cambios de humor, irritabilidad, cuadros de ansiedad…

Del mismo modo, esta enfermedad puede llevar al aislamiento social ya que en muchos casos la persona no tiene las fuerzas suficientes para salir de casa. De este modo, el aislamiento de su entorno es cada vez mayor, lo que favorece a su vez el desarrollo de una depresión.

Las complicaciones también pueden presentarse en el ámbito profesional. El síndrome de fatiga crónica puede imposibilitar a la persona acudir a su puesto de trabajo.

Tips para conocer si padece el síndrome de fatiga crónica

Hasta el momento no existe ninguna prueba médica que permita saber de forma definitiva que una persona padece este trastorno. Tal y como hemos señalado, a pesar de los numerosos avances médicos realizados en los últimos años, continúa siendo un trastorno complicado de diagnosticar. Los expertos han establecido dos criterios para facilitar el diagnóstico.

Duración

Uno de los factores más relevantes es el periodo de tiempo durante el cual se repite la sensación de cansancio extremo. Aquellas personas que padecen este trastorno sienten la falta de energía durante meses, sin que haya una razón aparente para ello. Es habitual que interfiera con sus actividades cotidianas ya que para las personas puede resultar muy complicado levantarse de la cama por las mañanas e incluso realizar tareas tan sencillas como vestirse o desayunar.

Así, es una enfermedad que tiene repercusiones negativas sobre la vida tanto personal como profesional y social de quienes la padecen.

Indicios

En cuanto a los síntomas propios del trastorno, deben presentarse cuatro o más de los siguientes: dificultad de concentración y atención, problemas en la memoria a corto plazo, dolor muscular y/o articular, dolor de cabeza intenso, no sentirse descansado incluso después de dormir y cansancio persistente.

Respuestas a la fatiga crónica

Los expertos estiman que este trastorno afecta a entre el 0,5 y el 2 por cuento de la población; de todos los casos presentados, el 90% son mujeres. Durante muchísimos años se ha creído que se trata de un trastorno mental, de modo que los síntomas de agotamiento y cansancio extremos estaban únicamente en la cabeza de los pacientes. Pero nada más lejos de la realidad, tal y como señalan estudios llevados a cabo recientemente.

Una de las últimas investigaciones sobre el síndrome de fatiga crónica ha sido llevada a cabo por científicos de la Universidad de Newcastle. Para ello han estudiado a un total de 50 personas con este trastorno y otras 35 sanas. En ambos grupos han tomado muestras de unas células conocidas como PBMC, las cuales forman parte del sistema inmune. Pues bien, los científicos determinaron que existían diferencias entre ambos grupos en lo relativo a los mecanismos oxidativos de las células para producir energía.

De este modo, los científicos han podido demostrar que aquellas personas expuestas a situaciones de estrés, estas células no son capaces de producir la energía necesaria para un funcionamiento normal. Las personas con el síndrome de fatiga crónica únicamente trabajan al 50% de su capacidad total.

Conclusión

A modo de conclusión, destacar el hecho de que una de las grandes dificultades de este trastorno tiene que ver con su complicado diagnóstico. Los síntomas, más allá de la fatiga y el cansancio extremos, son inespecíficos, de modo que frecuentemente se relacionan con los de otras enfermedades.

Resulta incluso más complicado en niños y adolescentes porque el síndrome de fatiga crónica se vincula con trastornos del aprendizaje o déficit de atención.


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