Síntomas de depresión como consecuencia del acoso laboral o mobbing
Las personas que pasan por una situación prolongada de acoso laboral, pueden acabar desarrollando un cuadro clínico de naturaleza depresiva.Este cuadro clínico se caracteriza por los siguientes síntomas:
- Dudas sobre la propia identidad, desarrollo de un autoconcepto negativo.
- Idealización de las personas que le persiguieron y acosaron y sentimientos de culpabilidad hacia uno mismo por lo que le ha sucedido.
- Sensación de estar desbordado y de no ser capaz de adaptarse a las exigencias.
- Cansancio emocional que desemboca en un agotamiento físico y psíquico.
- Sensación de impotencia y desesperanza.
- Actitudes negativas hacia el trabajo: absentismo laboral, ausencia de reuniones, miedo a atender al público, evitación de situaciones conflictivas, aislamiento social…
- Actitud emocional distante y fría.
- Deterioro progresivo de la capacidad laboral.
- Pérdida de los sentimientos de gratificación y realización personal en el trabajo.
Como consecuencia de todo esto, la persona acosada va sintiéndose menos válida y con menos fuerza para luchar contra los acosadores. Empieza a sentirse débil, incapacitada y enferma, lo que le obliga a ausentarse del trabajo y pedir continuas bajas médicas (lo que puede ser aprovechado por el acosador para conseguir que le despidan) o a renunciar voluntariamente a su puesto. La persona se queda en casa, aislada, culpándose de lo sucedido y sintiendo que no tiene las capacidades personales ni profesionales para salir adelante y volver a incorporarse en el mercado laboral. Poco a poco, irá aislándose de su entorno familiar y social y dejando de desarrollar sus actividades de ocio e incluso sus actividades cotidianas. Todas estas conductas, pensamientos y sentimientos negativos pueden conducir a una depresión grave de la que le resultará muy difícil recuperarse sin ayuda profesional.