Por: César García C.
Por enésima vez, el mundo contempló horrorizado por 50 días como el sionismo israelí se cebó con la sangre del pueblo palestino. Y lo más indignante y cobarde, con sus niños. Todo ello ejecutado con la más repugnante impunidad que siempre les proporciona su inconmensurable poder económico y su marcada influencia política sobre las potencias occidentales. Especialmente con EEUU.
Palestina siempre fue la región a conquistar por el movimiento sionista para fundar su Estado supremacista. El mismo que lo lograron en 1947 con la resolución 181 de Naciones Unidas que disponía la partición del antiquísimo territorio: 54% para los judíos (14.100km²) y 46% para los palestinos (11.500km²). Jerusalén y su área circundante conformarían un corpus separatum de 700km² bajo la conducción del consejo de administración fiduciaria de las Naciones Unidas.
Al año siguiente, con su “declaración de independencia”, y constituyéndose en una estructura política, Israel finalmente se impone. Desde ese momento nacería un clima de constante confrontación –masacres horrendas como sabra y chatila,etc - entre dos pueblos semitas. Ambiente de enemistad creado y azuzado con la política colonialista y racista del Estado de Israel. Esto sin obviar o minimizar sucesos sangrientos acaecidos antes de 1948, que también hubo, y que todo ello respondía al propósito siniestro del sionismo cual es apropiarse de toda Palestina.
Fue una gran victoria para el sionismo aquella primera fase de un extenso proceso de despojo que se estaba iniciando. Formaba parte de su imperial proyecto: fundar el Gran Israel, desde el Nilo hasta el rio Éufrates.
Posterior a la guerra israelí-árabe de 1948 los israelíes sionistas arrebataron el 77% de territorio a los palestinos. De los cuales casi 800,000 estaban exilados en Líbano, Siria, Jordania, Gaza y Cisjordania.
Mediante un sórdido plan de prácticas terroristas y genocidas, el régimen israelí sembraba el horror y la muerte en el pueblo árabe. Hasta expulsarlos de su tierra autóctona.Toda una verdadera limpieza étnica se ejecutaba donde los más elementales derechos humanos y la ley Internacional eran destrozados. Y siempre con la complicidad permanente de EEUU, y el servilismo repudiable de la Unión Europea.
Tras más de 60 años de crímenes contra los palestinos, aún hay conciencias en el mundo que ponen en duda la naturaleza salvaje y rapaz de lo que significa el cartel sionista internacional. Pero afortunadamente ya son pocas. Esto se debe a que 6 poderosas corporaciones sionistas controlan el 96% de los medios de comunicación occidentales, tal como lo señalara el prominente sociólogo noruego Johan Galtung en una entrevista por correo electrónico a la revista Haaretz.
Expresiones de David Ben Gurion como “debemos utilizar el terror, el asesinato, la intimidación, la confiscación y el corte de todos los servicios sociales para deshacernos de la población palestina”. O igual de escalofriantes palabras, estas del General Shlomo Lahat: “nosotros debemos matar a los palestinos, a menos que ellos acepten vivir como esclavos”, no hacen más que confirmar eso: su desprecio al pueblo de Yasser Arafat. Todas sus acciones se enmarcan dentro su ideología de exterminio y saqueo.Siempre las criticas fundadas y coherentes contra el sionismo hebreo y sus viles tentáculos en muchos gobiernos del mundo son tachados automáticamente de anti-semitas para descalificar y acallar a intelectuales serios que han investigado este fenómeno muy escrupulosa y concienzudamente. Aun escritores de ascendencia judía, y rabinos honestos han alzado su voz de condena. Es más, están contra el Estado de Israel, al cual califican como una estafa y una usurpación en la histórica Palestina. Tal es el caso de los judíos anti sionistas de Neturei Karta. Como también del reconocido predicador judío convertido al cristianismo Nathanael Kapner.
A estas alturas del tiempo, el sionismo ya no puede sostener su mentira. Se manifestó en su totalidad como el movimiento más anti semita. Por sus acciones segregacionistas y criminales contra un pueblo marcadamente semita como el palestino.
Palestina, pueblo semita del Medio Oriente, de 11 mil años de historia no solo ha legado el encuentro de tres religiones monoteístas. También legó al mundo un invalorable y grandioso aporte para la existencia misma del ser humano: la agricultura.
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Sionismo, el imperio del exterminio y la rapiña
Publicado el 12 noviembre 2014 por Yasmany Zapata Perez @rexodorTambién podría interesarte :