Los SATE son sistemas compuestos de aislamiento por el exterior que se suministran como conjunto y se utilizan para aislar térmicamente edificios. Se pueden instalar tanto en nueva construcción como en rehabilitación de edificios ya existentes.
Los sistemas SATE se pueden clasificar en función del tipo de fijación, material aislante utilizado, por aplicación y tipo de acabados.
Es especialmente importante considerar los SATE como sistemas integrales en las fachadas. Ello supone que cada componente forma parte del conjunto, asegurando la compatibilidad del sistema y el mejor resultado en el aislamiento. Todos los componentes de estos sistemas deben estar concebidos y ensayados de forma conjunta para el uso que se les va a dar. Esto debe cuidarse desde la prescripción hasta el servicio postventa, pasando por el suministro y la instalación
Partes de un Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior.
Esquema básico de sistema SATE. Fuente: Guía IDAE: Sistemas de Aislamiento Térmico por el exterior (SATE) para la Rehabilitación de la Envolvente Térmica de los Edificios.
- Fijación
- Aislamiento
- Capa base de armadura (mortero de armadura + malla de fibra de vidrio)
- Capa de acabado
Propiedades de los sistemas SATE
Estos sistemas SATE revisten y aíslan el exterior del edificio adaptándose a cualquier geometría, por muy compleja que sea, sin dejar discontinuidades. Así que cuando están correctamente diseñados e instalados permiten fácilmente resolver la mayoría de los puentes térmicos de un edificio.
Los sistemas SATE que incorporan un aislamiento con un espesor óptimo aseguran drásticas reducciones de la energía disipada al exterior, demostrando una disminución del consumo de combustibles próximo al 30 % y permiten un ahorro energético consistente y continuo en climatización.
Se estima que la inversión realizada para la instalación del sistema se amortiza, de media, en los cinco años siguientes.
Ventajas de estos sistemas
• Al mejorar el aislamiento térmico en la envolvente de un edificio, permiten alcanzar criterios de sostenibilidad.
• Como estos sistemas se suministran de forma integral, la compatibilidad de los componentes está asegurada.
• Se reducen los puentes térmicos en la fachada, las posibles condensaciones no deseadas y aquellas patologías ligadas a las mismas.
• Reduce la factura energética de cada usuario ya que su incorporación consigue ahorros netos de energía próximos al 30 % y se estima que la inversión realizada para la instalación del sistema se amortiza muy rápidamente.
• Ayuda al ahorro energético, lo que lleva a una reducción de emisiones de CO2 contribuyendo a la reducción del efecto invernadero y a la conservación del medio ambiente y mejorar el confort de los edificios.
• En el caso de la rehabilitación permite a los usuarios seguir viviendo en sus viviendas durante la incorporación de un sistema SATE en sus fachadas y no reduce el espacio habitable interior de las viviendas.
• Se reduce el riesgo de condensaciones intersticiales, ya que estos sistemas correctamente instalados, son impermeables al agua y permeables al vapor de agua.
• Mantiene la envoltura exterior y la estructura del edificio en condiciones termo-higrométricas estables, contribuyendo al mantenimiento de los materiales de construcción a lo largo del tiempo e impidiendo la degradación causada por las oscilaciones de temperatura: grietas, fisuras, infiltraciones de agua, fenómenos de disgregación, manchas, mohos y la impregnación de la masa mural.
• En el caso de la rehabilitación puede ser aprovechada para recuperar la uniformidad de estética de las fachadas de un bloque de edificios o barrios enteros, teniendo una vida útil de más de 20 años, pudiendo considerarse un argumento positivo en caso de alquiler o venta.